
El Papa Francisco, de 88 años, continúa su recuperación en el hospital Gemelli de Roma, donde ha mantenido condiciones clínicas estables en su vigésimo día de hospitalización. Según informó la Santa Sede, el pontífice no ha presentado episodios de insuficiencia respiratoria y sigue con su terapia de oxígeno a altos flujos.
A pesar de la mejora, su pronóstico sigue como reservado debido a la complejidad de su estado.
El Papa ha comenzado la fisioterapia motora, en adición a la fisioterapia respiratoria, y pasó el día sentado en un sillón. En la mañana participó en el rito del Miércoles de Ceniza, bendijo y recibió las cenizas durante la eucaristía. Además, retomó algunas tareas laborales y volvió a comunicarse por teléfono con el párroco de la Franja de Gaza, Gabriel Romanelli.
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