
Las presiones del presidente Donald Trump y sus amenazas de imponer aranceles a México por cualquier cosa están haciendo mella sobre la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y eso quedó claro en su discurso del pasado martes 4 de marzo. La presidenta luce cansada, casi derrotada, harta de la responsabilidad y la obligación de lidiar con un tipo como Trump. México tiene una crisis presidencial y no queda claro cómo la van a resolver.
Recuerdo bien a la Claudia de principio de febrero; aquella presidenta contenta, triunfalista, emocionada por haber conseguido que la aplicación de los aranceles se pospusiera un mes. Sonreía, se mostraba contenta, aunque era claro que la victoria no era definitiva. El hecho, le daba un respiro a México. Ahora, ya en marzo, las cosas son muy diferentes y las presiones son cada vez mayores.
Podríamos decir que México ha cedido en todo ante los caprichos de Trump; mandó a los 10 mil agentes de la Guardia Nacional a custodiar la frontera para tener contento al presidente gringo, extraditó a casi 30 capos de altísimo rango para demostrar la voluntad de trabajar internacionalmente y romper el estigma de que, el mexicano, es un narcogobierno ¿Qué más quiere Trump? Cuanto más se le dé, más pedirá y es claro que no se le podrá dar gusto en todo. Se le debe poner un alto, aunque tenga el sartén por el mango.
El llamado que hace la presidenta Sheinbaum para que el pueblo de México se reúna en el Zócalo este fin de semana no emociona a nadie. La misma Claudia no se ve emocionada. Su arenga no motiva a nadie. No prendería ni al cerro más seco y con más maleza. El acarreo se consumará; los gobiernos afines a la 4T llevarán sus camiones repletos de simpatizantes a los que se les dará su torta y refresco, pocos irán por voluntad propia, pero eso no le quitará el sueño al presidente Trump. En cambio, basta con ver a Claudia para confirmar que no ha podido cerrar los ojos durante las noches sin que se le aparezca un perverso peluquín rubio.
¿Cuál es el plan de Sheinbaum? ¿Una guerra de aranceles? Ya lo veremos.
Cavilaciones:
Primera: El diputado Emilio Rosas Montiel propuso, ayer, un punto de acuerdo para apoyar a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en su lucha contra el presidente de EUA, Donald Trump, y la imposición de aranceles ¡Muy raboncito, el diputado!
Segunda: Mis gatoamigos cuentan que el romance de la temporada lo protagonizan dos diputados de muy diversas convicciones políticas ¿Se imaginan el amor entre una morena y un azul? Y eso que todavía no llega la primavera ¡Miau!
Tercera: Hoy, es Miércoles de Ceniza, así que se arrepiéntanse y crean en el Evangelio, pecadores.