El gobierno chino ha anunciado que tomará «todas las medidas necesarias» para contrarrestar las nuevas amenazas arancelarias del presidente de EE. UU., Donald Trump, quien podría imponer un arancel adicional del 10% a las importaciones chinas a partir de la próxima semana.
Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó el rechazo de China ante esta medida, acusó a Estados Unidos de utilizar el problema del fentanilo como pretexto para ejercer presión económica. “China está firmemente en desacuerdo con estos aranceles y tomará acciones para proteger sus intereses legítimos”, afirmó Lin, subrayando que las acciones unilaterales de EE. UU. violan las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Trump ha argumentado que el fentanilo, una droga opioide que ingresa a EE. UU. a través de México y Canadá, es en gran parte suministrado por China. Sin embargo, Lin refutó esta acusación, destacó que China ha colaborado con EE. UU. en el combate contra las drogas de manera humanitaria y pidió una solución mediante el diálogo.
En respuesta a la presión estadounidense, China había implementado sus propios aranceles a productos estadounidenses, esto afectó sectores como el carbón y los automóviles. Pekín instó a Washington a corregir su enfoque y resolver las diferencias a través de consultas equitativas.
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