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En el mundo de la robótica, la biomimética ha sido clave para desarrollar máquinas más eficientes y versátiles. Desde drones que replican el vuelo de los insectos hasta robots humanoides que imitan los movimientos humanos, la inspiración en la naturaleza ha llevado a avances significativos; uno de ellos es el último invento de un robot con el característico trote de un guepardo.
El innovador diseño tiene forma de H y fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Northeastern. Este robot, conocido como H-BPR (H-shaped Bionic Piezoelectric Robot), mide apenas 15 centímetros de largo y pesa solo 38 gramos.
Su diseño innovador utiliza materiales piezoeléctricos, que generan electricidad al ser sometidos a estrés mecánico, permitiendo al robot moverse con rapidez y eficiencia, incluso cargando pequeños objetos.
El H-BPR puede realizar avance lineal, giros controlados y cambios de dirección ajustando el voltaje aplicado a sus componentes piezoeléctricos. Además, puede alcanzar una velocidad máxima de 66,79 mm/s y cuenta con un sistema que mejora su capacidad para escalar superficies inclinadas.
En futuras aplicaciones, se planea integrar sensores o cámaras para tareas como la exploración de entornos peligrosos o la inspección de maquinaria en espacios reducidos. Además, se busca optimizar su funcionamiento en temperaturas extremas y entornos hostiles.