La deshidratación es una condición que ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, afectando su funcionamiento normal. Entre los síntomas más comunes se encuentran la sed intensa, boca y piel secas, fatiga, mareos, orina oscura y en menor cantidad, así como dolores de cabeza. En casos más graves, puede provocar confusión, ritmo cardíaco acelerado y desmayos.
Especialistas recomiendan consumir suficiente agua a lo largo del día, especialmente en temporadas de calor o al realizar actividad física.
Además, es importante evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol, ya que pueden contribuir a la pérdida de líquidos. Ante signos de deshidratación severa, se recomienda acudir a un médico de inmediato.
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