Ciudad Valles, S.L.P. – Con el dolor y la indignación aún latentes, trabajadoras del Hospital General de Ciudad Valles alzaron la voz para exigir justicia por el feminicidio de la pediatra Mayte Maritza, ocurrido el pasado miércoles a manos de su expareja. Durante un homenaje en su memoria, señalaron la urgente necesidad de mayor seguridad en el nosocomio, denunciando que el personal femenino enfrenta constantes riesgos, especialmente por las noches.
Las doctoras, enfermeras, practicantes y personal de intendencia denunciaron que, al salir de su jornada laboral, se ven obligadas a esperar el transporte público en condiciones de inseguridad total. La parada de autobús permanece en penumbras, sin vigilancia, y en repetidas ocasiones han detectado la presencia de personas debajo del puente cercano, lo que representa un peligro latente.
Asimismo, relataron que los asaltos son frecuentes. Personal femenino ha sido despojado de sus pertenencias y sus vehículos son vandalizados, sin que nadie intervenga, aún cuando hay testigos. La sensación de abandono y vulnerabilidad es constante, y ahora, tras la pérdida de su colega, exigen acciones concretas para su protección.
El homenaje a Mayte Maritza estuvo cargado de simbolismo y dolor. Decenas de trabajadores, vestidas con prendas moradas en señal de lucha contra la violencia de género, portaron globos y flores blancas en su honor. La misa de cuerpo presente en la Catedral de Ciudad Valles se desbordó de familiares, amigos y colegas que despidieron con lágrimas a la pediatra.
Mayte Maritza no solo era una doctora dedicada y en constante preparación profesional, sino una mujer con un profundo amor por su familia y pacientes. Su calidad humana, dedicación y empatía la convirtieron en una aliada invaluable de la salud en la región. Sus compañeras recalcaron que no permitirán que su caso quede impune y exigieron castigo ejemplar para el responsable.
El clamor es unánime: justicia para Mayte y medidas inmediatas para garantizar la seguridad de todas las trabajadoras del hospital. «No queremos más víctimas, no queremos más nombres en la lista de mujeres arrebatadas por la violencia», expresaron con firmeza.
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