
Yo soy un gato hereje y, por lo mismo, casi no me gusta hablar de religión, pero en esta ocasión amerita hacerlo, porque la visita de las reliquias de San Judas Tadeo al territorio del Potosí ha generado muchas más expectativas y emociones de las que se esperaban, tantas que también se le está dando un enfoque político, social y hasta económico. Hay de todo en la viña del Señor.
Este miércoles 12, de acuerdo con la información que se ha dado a conocer, arriban a la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí las reliquias para, de ahí, iniciar un intento peregrinar por diversas parroquias, municipios y hasta centros penitenciarios. La agenda está saturada. Mucho trabajo.
En este contexto, conviene destacar el interés que tienen muchos políticos y actores de la vida pública de San Luis Potosí, que no perderán la oportunidad de figurar junto a las reliquias, aunque en el fondo sepan que es pecado hacerlo con un motivo ajeno a la propia fe. Según me han dicho, varios de estos perfiles ya preparan la confesión de aquellos pecados cometidos de pensamiento, palabra, obra y omisión, mientras que otros tantos alistan la ofrenda que llevarán a cambio de una intercesión chiquita, un milagrito nomás; verse favorecidos en las próximas elecciones; una diputación, una gubernatura… lo que Diosito quiera es bueno.
Quien, sin duda alguna, se fortalece como líder en San Luis Potosí es mi amigo personal, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, porque ha sabido retomar la cercanía con la gente, con el pueblo, con la feligresía y, con la visita de las reliquias, se consolida como un jerarca de acciones tangibles, de visión y de trabajo constante. La verdad es que eso me da mucho gusto. En el fondo, está dándole una paz, un orden y un buen manejo a la institución.
La agenda ya está marcada. La visita de las reliquias se esperó con ansias, ya veremos cómo avanza. Yo nomás digo: San Juditas, sálvame de quienes se tatuaron tu divino rostro.
Cavilaciones
Primera: Francisca Reséndiz Lara, eterna dirigente y propietaria del Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras del Gobierno del Estado (SITTGE) ha sido derrotada por su propia soberbia. Acostumbrada a resolver con presión callejera sus demandas sindicales, ignoró la obligación legal que tenía de regresar a su base de trabajo en SEDESORE luego de que le fue negada la toma de nota a su sindicato. Ante el evidente abandono de sus obligaciones, ayer fue cesada. No se puede quejar. Como dueña de la organización sindical, se volvió millonaria; vive en el exclusivo fraccionamiento Campestre. Su esposo y sus hijas se dan vida de aristócratas en Europa, posee un imperio inmobiliario, tiene al menos una docena de parientes cobrando como empleados de gobierno y, lo que son las cosas, se derrotó a sí misma. Ejercerá su derecho al pataleo, pero ahora sí tendrá que litigar en tribunales su asunto ¡Miau!
Segunda: «La Inqui» es el sobrenombre que le han asignado diputados y empleados del Congreso del Estado a la oficial mayor, Dolores Eliza García Román. «Inqui» es un diminutivo de inquinosa. La señora anda escupe y escupe para arriba y armando líos y chismes con el personal y los legisladores. Parece que la exdiputada no tiene qué hacer.
Tercera: Este felino se enteró de que el nuevo presidente del Colegio de Notarios, Juan Carlos Barrón Cerda, trae consigna de agarrar de bajada a algunos de sus colegas. Quiere, dicen, que sus padrinos le disputen algunas tierras a nuevos desarrolladores inmobiliarios, pero atender asuntos de corrupción de algunos fedatarios como el número 18, Juan José Gaytán, ni un minuto de su atención. Lo bueno es que todo mundo sabe a qué intereses responde. Se va a poner emocionante el desgarriate.