En el corazón del estado de Hidalgo está Huasca de Ocampo, lugar emblemático del país y que fue nombrado en el lejano 2001 como el primer Pueblo Mágico de México, reconocimiento que le ha valido para atraer a miles de turistas a lo largo del año gracias a su impresionante flora, fauna, ubicación y riqueza gastronómica.
El nombre original de este pueblo era Huascazaloyam que significa «lugar de regocijo o alegría» en náhuatl. Con el paso del tiempo y de los años, el nombre se acotró a Huasca de Ocampo para honrar a Melchor Ocampo. Las haciendas que construyó Don Pedro de Romero de Terrenos en el siglo XVIII son parte integral hoy en día del patrimonio arquitectónico del lugar.
Los Prismas Basálticos destacan entre las maravillas naturales del pueblo mágico por sus formaciones rocosas únicas. Posee bosques de oyamel, lagunas, ecosistemas selváticos y la posibilidad de pescar truchas en el río. Además, los turistas pueden disfrutar de vuelos en globo con pintorescos paisajes.
En el tema gastronómico, los platillos típicos son las carnitas, la barbacoa y el zacahuil. Además, se tienen opciones de comida de autor que fusionan ingredientes regionales con la cocina internacional y que son únicos del lugar.
Huasca de Ocampo no solo es un destino turístico, sino que también abrió el camino para que hoy en día existan 177 localidades con el nombramiento de Pueblo Mágico en México. Su ubicación central en Hidalgo, rodeado por Atotonilco el Grande y Veracruz al norte, y Acatlán, Singuilucan y Omitlán de Juárez al sur, lo convierte en un punto estratégico para explorar la región.
