¿Dónde está Daniela Martell? Es la pregunta que muchos se hacen. Nadie sabe nada de la potosina de 44 años de edad, artista y conductora de InDrive que desapareció el pasado 6 de enero y cuyo caso ha puesto en evidencia una larga lista de irregularidades, sobre todo institucionales, que, lejos de dar certidumbre y confianza, generan muchas dudas, suspicacia y frustración por el mal manejo que se le ha dado al tema.
Desde que se supo de su no localización, su círculo cercano comenzó a difundir la solicitud de apoyo para ubicarla y saber que se encontraba con bien. El llamado encontró ecos y mucho apoyo en redes sociales, donde miles de internautas replicaron la información confiando en que pronto aparecería, pero han pasado los días y no ha sido así, por lo que se tuvo que recurrir a las movilizaciones a manera de presión para que la Fiscalía General del Estado se viera en la obligación de agilizar sus procesos y dar respuestas.
Tras la marcha que se llevó cabo la tarde del pasado martes, la familia se reunió con personal de la Fiscalía y ahí les dieron que, en un plazo de 24 horas, informarían sobre su localización, pero las cosas empeoraron. Fuentes internas de la misma institución se adelantaron a revelar que, junto al vehículo (propiedad de Daniela) que fue encontrado en una zona rural de Zaragoza, también habían encontrado el cuerpo sin vida de a pintora.
La Fiscalía calló y su silencio permitió que todo el mundo hiciera su propia versión. La mitad de San Luis cree que el supuesto cuerpo localizado es de Daniela, la otra mitad mantiene la esperanza de que pueda ser localizada con vida. A la fecha, nadie tiene certeza de nada.
Las preguntas siguen en el aire, pero nadie las responde ¿Dónde está Daniela? ¿Qué hay detrás de este caso? ¿Realmente fue raptada por el crimen organizado y obligada a transportar droga? ¿Cómo es que los grupos criminales operan con tanta facilidad? ¿Qué hay de la denuncia que puso Daniela en contra de su expareja por violencia apenas unos días antes de desaparecer? ¿Tenía medidas de protección?
La fiscal general María Manuela García Cázares tiene en sus manos un caso que pone a prueba su capacidad y experiencia.
Cavilaciones:
Primera: Ricardo René Ibarra Pérez es el nuevo y muy importante funcionario de la Secretaría de Finanzas. Su currículum es impresionante, pero es posible que aquí salga trasquilado. Esperen la historia en entrega especial.
Segunda: El dueño de Vita Imports, José Medina Vita, recibió nada más y nada menos que 350 mil pesites luego de denunciar en redes sociales el robo a su tienda de ropa y zapatos. El hombre recibió un chequezote de cartón de manos de la secretaria de Finanzas, Ariana García Vidal. Suertudo, el muchacho ¡Miau!
Tercera: Para todos los que se quejan de dolor de rodilla, en breve se harán implantes de titanio en San Luis Potosí. Dicen que son todo un éxito. Les dejamos de tarea el nombre del empresario y excandidato al Senado que presume su prótesis “Made in USA”.