Un cohete Falcon 9 de SpaceX despegó a la 1:11 a.m. hora local desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, llevando a bordo dos módulos de aterrizaje privados: Blue Ghost 1 de Firefly Aerospace, de Estados Unidos, y Resilience de la empresa japonesa Ispace. Este lanzamiento marca un paso clave en el camino hacia la presencia humana permanente en la Luna, previsto para finales de esta década.
La misión de Blue Ghost 1, parte del programa Artemis, tiene como objetivo explorar la superficie lunar durante 60 días, con un equipo de diez instrumentos científicos. Entre ellos, destaca el Regolith Adherence Characterization (RAC), que estudiará cómo el polvo lunar se adhiere a diferentes materiales, información crucial para el diseño de futuros equipos y trajes espaciales. Otros instrumentos analizarán las propiedades geofísicas del regolito lunar y la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre.
Por otro lado, Resilience también lleva instrumentos científicos, pero incluye además un componente cultural, como un disco de memoria de la UNESCO para preservar la diversidad lingüística y cultural de la humanidad. Esta misión forma parte del programa Hakuto-R de Ispace, que busca realizar un alunizaje suave y desplegar el vehículo Tenacious para la exploración de la superficie lunar.
Con estos avances, la NASA y sus socios privados siguen consolidando su estrategia para establecer una infraestructura lunar sostenible, clave para futuras misiones a Marte. Este lanzamiento refuerza la colaboración público-privada en la exploración espacial y abre un nuevo capítulo en la carrera por el regreso humano a la Luna.
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