Ciudad Valles, S.L.P.- Han pasado dos meses desde que Eduardo Martínez, líder de la CNC del ingenio Plan de Ayala, fue brutalmente agredido en su domicilio del ejido Tantobal, en Ciudad Valles. A pesar de la gravedad del ataque y la denuncia presentada, las autoridades han brillado por su ausencia: ni un solo agente se ha presentado en el lugar de los hechos para recabar huellas, indicios o siquiera recoger el arma utilizada en el ataque, la cual aún yace en el exterior de su hogar.
“Aproximadamente hace dos meses, tres jóvenes entraron a mi domicilio durante la madrugada, alrededor de las 2:30. Entraron a robar mientras dormía y me agredieron. También golpearon a mi esposa; le dieron un golpe en la cabeza, fracturándole la nariz, y como pueden ver, también le lesionaron el ojo y la ceja izquierda”, narró Martínez, quien señala su profunda decepción ante la indiferencia de la Fiscalía General del Estado.
El ataque no solo dejó heridas físicas y psicológicas, sino también un profundo sentimiento de abandono. Martínez presentó su denuncia el lunes siguiente al incidente, tras ser dado de alta de una clínica donde tuvo que pagar 16 mil pesos por su atención médica. Sin embargo, asegura que ni siquiera ha recibido una llamada de seguimiento. “De qué sirve poner la denuncia si no actúan. Ni siquiera fueron a ver con lo que me golpearon”, lamentó.
Entre los objetos robados se encontraban dinero en efectivo, bocinas, una licuadora y una cafetera, pero lo que más le indigna al líder cañero es la vulneración de su tranquilidad y su patrimonio. Aún se recupera de los golpes que casi le cuestan la pérdida de un ojo.
Eduardo Martínez no es ajeno a esta apatía oficial. Recordó cómo en un robo anterior en la asociación que encabeza, las autoridades solo actuaron tras la exposición del caso en los medios. Hoy se siente obligado a hacer pública su situación, con la esperanza de que se genere la presión necesaria para que las autoridades intervengan. “Estoy decepcionado. Parece que hasta que uno no sale a declarar en los medios, no hacen nada”, declaró.
El caso evidencia una preocupante falta de respuesta por parte de las autoridades responsables de procurar justicia, dejando a las víctimas en un estado de indefensión y obligándolas a recurrir a la opinión pública para obtener atención. La comunidad exige respuestas y acción inmediata.
Seguiremos informando.