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Mantén la motivación en tus metas con La Recompensa Inmediata

Por Estefanía López

Cuando nos proponemos una meta, la motivación suele ser alta al principio, sin embargo, con el paso del tiempo, esa energía inicial puede desvanecerse, y los obstáculos o la falta de resultados inmediatos pueden llevarnos a abandonar lo que comenzamos. En este contexto, la recompensa inmediata se presenta como una técnica poderosa para mantenernos firmes en nuestras metas a largo plazo. 

La recompensa inmediata es un concepto proveniente de la psicología del comportamiento, y consiste en ofrecer una gratificación a corto plazo como refuerzo por el cumplimiento de una acción o tarea. Esta técnica aprovecha el principio de refuerzo positivo, donde se asocia un comportamiento deseado con una recompensa que genera satisfacción.  

De acuerdo con estudios psicológicos, las recompensas inmediatas pueden ser más efectivas que las promesas de gratificación futura, ya que nuestro cerebro está más motivado por beneficios tangibles y cercanos en el tiempo. 

Un ejemplo de la efectividad de esta técnica puede verse en la famosa regla de los «30 minutos». Si, por ejemplo, tu objetivo es leer un libro, podrías premiarte con una pequeña recompensa cada vez que logres leer durante 30 minutos, como un descanso, un café o ver un episodio corto de tu serie favorita. Esta estrategia establece un sistema de refuerzo positivo que facilita la constancia y hace que el proceso de trabajar hacia la meta sea más placentero. 

La recompensa inmediata no solo ayuda a mejorar nuestra motivación, sino que también contribuye a la autorregulación emocional. Sabemos que el camino hacia el logro de una meta puede estar lleno de momentos de frustración, cansancio o duda. Al darnos pequeños premios al alcanzar ciertos hitos, podemos aliviar la ansiedad que genera el esfuerzo prolongado y disfrutar más del proceso.  

Es importante señalar que las recompensas deben ser apropiadas para la tarea en cuestión, si la recompensa es demasiado grande o incompatible con la meta, puede perder su efecto motivador.  

Por ejemplo, si intentamos hacer ejercicio para mejorar nuestra salud y decidimos premiarnos con un postre calórico, es posible que la recompensa no tenga el efecto deseado y que, incluso, interfiera con nuestros objetivos. Las recompensas deben ser pequeñas, consistentes y alineadas con la meta, para que el sistema de refuerzo sea efectivo. 

La recompensa inmediata es una técnica sencilla pero poderosa para mantenernos firmes en el camino hacia nuestras metas, al proporcionarnos pequeñas gratificaciones por los logros alcanzados, podemos mantenernos motivados, superar obstáculos y disfrutar del proceso de crecimiento personal, incorporar este tipo de recompensas en nuestra rutina diaria puede hacer la diferencia entre abandonar una meta y lograrla con éxito. 

 

Estefanía López Paulín
Contacto: psc.estefanialopez@outlook.com
Número: 4881154435  

 

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