Charcas sigue sumida en una crisis hídrica que parece no encontrar eco en las autoridades municipales. A pesar de las constantes denuncias de los ciudadanos y las evidentes carencias del servicio, la alcaldesa, Marisol Nájera Alba, ha demostrado una preocupante indiferencia ante esta problemática que afecta la vida diaria de los habitantes.
Vecinos de diversas colonias han denunciado cortes de agua intermitentes, baja presión y, en algunos casos, la completa falta del suministro. La escasez de agua ha generado una serie de inconvenientes, desde dificultades para realizar tareas domésticas básicas hasta la imposibilidad de mantener la higiene adecuada. A pesar de estas alarmantes señales, la alcaldesa no ha presentado un plan concreto ni ha tomado medidas efectivas para garantizar el acceso al agua potable a todos los habitantes de Charcas.
La falta de inversión en infraestructura hidráulica, la ineficiente gestión del recurso y la aparente falta de voluntad política han convertido el tema del agua en «letra muerta». Mientras tanto, los ciudadanos de Charcas continúan sufriendo las consecuencias de esta crisis, exigiendo a sus autoridades una solución inmediata y duradera.