Como cada viernes, el Circuito Potosí, frente al Centro de Convenciones de San Luis Potosí, se convierte en el escenario de fiestas, carreras ilegales y apuestas organizadas por decenas de jóvenes que alteran el orden público y ponen en riesgo su vida y la de quienes transitan por la zona.
A bordo de autos y motocicletas, los participantes bloquean las calles para realizar maniobras peligrosas a gran velocidad, mientras otros consumen alcohol y disfrutan de la música a todo volumen. Incluso algunos taxistas se han sumado a esta caótica reunión, contribuyendo al desorden que afecta a vecinos y conductores.
El bullicio y los motores rugiendo dejan claro el descontrol que predomina en el área. A pesar de las denuncias constantes, no se ha visto presencia de las autoridades, ni de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado ni de la Guardia Civil Estatal. La falta de vigilancia ha provocado que la zona sea percibida como una “tierra de nadie”, donde los jóvenes actúan sin temor a represalias.
Los vecinos continúan esperando una respuesta contundente por parte de las autoridades, pues temen que la situación termine en una tragedia. Mientras tanto, el Circuito Potosí permanece desprotegido, convirtiéndose en un foco de inseguridad cada fin de semana.