La Catedral de Notre Dame, uno de los monumentos más emblemáticos de París, recibirá nuevamente a sus fieles a partir de este 7 de diciembre, marcando un hito importante tras el devastador incendio que consumió gran parte de su estructura en 2019.
Un detalle significativo es que la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, situada en la nave izquierda del edificio, permaneció milagrosamente intacta durante la tragedia. Según el sacerdote José de Jesús Aguilar, la estructura gótica y la separación entre la nave central y las capillas laterales protegieron esta zona de las llamas y del colapso del techo.
La capilla guadalupana fue consagrada el 26 de abril de 1949 en una ceremonia solemne. Una réplica de la Virgen, encargada a la Fábrica de Mosaicos del Vaticano, con las medidas originales, fue bendecida por el Papa Pío XII. También se elaboró una corona en París por los hermanos Mellerrio. La ceremonia contó con la presencia de importantes líderes religiosos, incluido el entonces nuncio apostólico, futuro Papa Juan XXIII.
Desde entonces, este rincón mexicano en Notre Dame se ha convertido en un lugar especial para la comunidad mexicana en Francia. Cada 12 de diciembre, hasta antes del incendio, se realizaban celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe, y este año no será la excepción. La escritora Guadalupe Loaeza destacó en X (antes Twitter) que esta capilla, «la más visitada por la comunidad mexicana en Francia», no sufrió daño alguno durante el incendio.
Además de la imagen de la Virgen de Guadalupe, en 2013 se colocó una figura de San Juan Diego, el mensajero indígena de las apariciones en el Tepeyac. Este rincón no solo es un espacio de devoción, sino también un testimonio del vínculo entre México y Europa, que se mantiene vivo a través de la fe.