Primer domingo de adviento. De cara al cierre de año y las fiestas decembrinas que traen la vuelta de cientos de paisanos a suelo potosino, el Arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, invitó a la sociedad a ser conscientes y disfrutar de una linda y bonita época navideña, ya que todas las personas tenemos derecho «a pasar un tiempo de alegría familiar y de fe».
«Yo invito a todos a que sepamos recibir a nuestros hermanos, pedimos mucho por ellos para que en los caminos no se encuentren dificultades sobre aquellas que históricamente hemos oído. Creo que tienen todo el derecho de venir a pasar un tiempo de alegría familiar, de celebrar la fe, de compartir sus esfuerzos también y de alegrarse en la tierra donde ha nacido», manifestó Cavazos Arizpe tras la misa dominical en la Catedral Potosina.
Asimismo, Monseñor aclaró que esta situación con los paisanos o migrantes «es un derecho de todo ser humano y tenemos que pedir para que puedan llegar bien y que los caminos estén bien cuidados y que todos también sepamos recibirlos. A lo mejor no son directamente familiares o amistades, pero sepamos recibirlos porque ellos vienen a alegrar también a México, vienen a cooperar también en la alegría de las familias, de los anhelos y los proyectos de los lugares donde viven».
Finalmente, al ser cuestionado sobre las amenazas que se han dado de parte de Estados Unidos en las últimas semanas con las políticas migratorias, el Arzobispo de San Luis declaró que «todos estamos a la expectativa porque un ser humano siempre merece tener una vida digna y grande como Cristo lo ha manifestado para todas las personas sin excepción, entonces, pues definiciones que pueden afectar una vida digna, una fuente de empleo, una fuente de oportunidades para llegarse, no solo lo más necesario, sino la alegría de vivir la vida en familia, tener proyectos tener oportunidades verdaderas, pues definitivamente que nos inquieta».
«Le pedimos a Dios que pueda haber buenos acuerdos desde allá (Estados Unidos) para que todas las personas, sabemos que hay muchos hermanos mexicanos en las parroquias de muchos lugares de nuestro país y que se les llaman hijos ausentes porque están allá; así esta urgencia y necesidad por las situaciones de pobreza o falta de oportunidades en nuestro país o en Centroamérica, que que se les dé esa oportunidad, pero que también aquí se generen verdaderas oportunidades de un empleo estable, de una salud digna, de una educación a la altura de una persona y de su vocación verdadera», puntualizó.