Ayer, me enteré que la Comisión del Agua del Congreso del Estado ya aprobó un aumento a las tarifas de agua potable en 16 organismos operadores. El Interapas no está incluido, pero se sabe que, en breve, se someterá a revisión su caso y procederán con el dictamen pertinente. Nancy Jeanine García Martínez, la presidenta de dicho órgano legislativo, dijo que el tema no debe verse como un aumento, sino como un ajuste por la inflación que se está presentando a nivel nacional ¡Una ganga!
Según entiendo, se está considerando un aumento del 3.77 por ciento, cifra que corresponde con el Índice Nacional de Precios al Productor y, sí, no se puede negar que hay muchos organismos operadores de este servicio que requieren más recursos para mejorar la atención que dan a la ciudadanía y esos recursos, justamente, se obtienen de los cobros que realizan a los usuarios ¿De dónde más?
El problema es que el precio del agua cada vez es más alto (no importa si es por inflación o por otra cosa), mientras que el servicio, cada día es peor. Hay municipios donde, este mismo año, durante varios meses no hubo ni gota o donde se implementaron fallidas estrategias de tandeo que, al final, dejaron a la ciudadanía sin el vital líquido. Así, ¿cómo esperan que se pague más?
Sí, repito que hacen falta los recursos económicos, pero también compromiso y responsabilidad de las autoridades competentes, además de revisiones puntuales para conocer en qué se está gastando el dinero porque hay caso, como el SAPSAM de Matehuala, que nomás saca y saca, pero nada que devuelve.
Si hay aumento, debe haber un compromiso firme de que las cosas van a mejorar. No esperen que los ciudadanos celebren un aumento cuando el servicio es cada día peor. Eso es una completa injusticia.
Cavilaciones:
Primera: En el Altiplano, crecen los contagios por dengue hemorrágico. Las autoridades de salud no tienen ni mejoralitos para atender a los pacientes. Expertos creen que los contagios se han dado durante paseos de habitantes de la región a la Zona Huasteca.
Segunda: Todo indica que, el equipo del Gerardo Sánchez Zumaya, aspirante de Morena a la gubernatura, comienza a fracturarse. Eso pasa cuando un proyecto político se rodea de jilgueros mediocres ¡Miau!
Tercera: Entre los abogados, corre con fuerza una especie del mercado negro donde se subastan futuras sillas de jueces y magistrados. Según los postulantes, todo aquel que quiera asegurar una posición no tiene que buscar el favor ciudadano, sino el beneplácito de la dirigente de Morena, Rita Ozalia Rodríguez ¡Grrr!