La Iglesia Potosina atraviesa un déficit de vocaciones sacerdotales, situación que refleja una problemática global en el ámbito religioso. Según Margarito Salazar Cárdenas, obispo de Matehuala, actualmente hay 11 seminaristas en formación, divididos en diferentes etapas: tres en Teología (dos en San Luis Potosí y uno en Ciudad de México), tres en Filosofía, dos en el curso introductorio, uno en el seminario menor, y un joven que se encuentra en su etapa pastoral, próximo a recibir los ministerios de lector y acólito.
“El mundo vive una crisis de vocaciones, no solo al sacerdocio, sino también a la vida religiosa y la consagración laical. Estamos en una etapa en la que los jóvenes no quieren comprometerse”, declaró el obispo Salazar Cárdenas. Pese a las limitaciones, la diócesis mantiene la esperanza y confía en que surgirán nuevas vocaciones. “Sabemos de la promesa de Dios, estamos orando para que llegue más gente”, enfatizó el obispo.
El proceso de formación sacerdotal, añadió, va más allá de los estudios, buscando que cada seminarista cumpla con el perfil necesario para servir a la comunidad de manera comprometida. «Cuando un seminarista se ordena diácono o sacerdote, no es porque ya haya terminado de estudiar, sino porque cumple con el perfil requerido. Hay un joven que ya concluyó sus estudios y se encuentra en su etapa de pastoral; dentro de poco recibirá los ministerios.” finalizó el obispo Margarito Salazar.