Claudia Sheinbaum vino a San Luis Potosí por primera vez como presidenta de México. La actitud que traía no se le vio ni en campaña. Este viernes pudimos descubrir a una mujer cercana a la gente, cálida y receptiva.
Parece que la imagen que le quieren construir desde “las mañaneras del pueblo” no le va a favorecer, porque la proyectan como una persona fría, necia y sardónica, lo cual no es lo que ella quiere posicionar.
Desde su llegada al aeropuerto, Sheinbaum se dejó apapachar, se tomó fotos con todas las personas que se le acercaban e incluso respondió a preguntas de nuestro reportero, Hugo Zapata.
Su sonrisa era genuina, y los abrazos que le daba a la gente también. Su actitud con el gobernador, Ricardo Gallardo, fue especialmente afectuosa (para coraje de algunos malquerientes).
Sheinbaum quiere ser popular y tiene las cualidades para serlo. Cumplidos los caprichos de Andrés Manuel López Obrador, sabe que deberá pagar el costo y que está rodeada de lobos embriagados de poder, pero todo indica que tiene un plan.
Claudia ya se vio: es astuta, tiene fuerte carácter y, aunque haya quedado fuertemente influenciada por López Obrador, parece que comienza a entender la responsabilidad que tiene.
Con el tiempo, parece que Dios hace justicia sin palo y sin cuarta, y que con el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, los cuatroteístas tendrán que bajarle dos rayitas a su prepotencia.
En todo momento, Claudia se dejó apapachar y arropar por el gobernador, aunque las hermanas Rodríguez, Rosa y Rita, tuvieron cara de puchero todo el tiempo.
Las señoras Rodríguez están en campaña, quieren la gubernatura para la familia a ritmo de «R con R cigarro». Rosa Icela, como secretaria de seguridad en el obradorato, no hizo nada por San Luis Potosí.
Como secretaria de Gobernación, recibe a todo aquel que acude a llevar quejas o chismes del gobernador potosino y luego lanza golpes vía su hermana y algunos personajes menores. Rita se ha dedicado a reclutar presidentes municipales repudiados por sus pueblos, pues no solo saquearon las arcas, sino que se convirtieron, durante sus mandatos, en operadores del crimen organizado.
Cada quien sus reclutas, dirían los defensores de las Ritas y las Rosas, pero queda claro que no es con base en chismes, amenazas e intimidaciones que van a conseguir el favor de las bases de su partido para el 2027.
Claudia Sheinbaum ha cumplido con creces los encargos de su antecesor y parece que ahora comenzará a construir su propia historia.
Por lo pronto, ya se vio que a Sheinbaum sí le gusta que el pueblo la apapache.
P.D. 1: En MORENA San Luis Potosí se impuso la inquina. Guillermo Morales, delegado del Bienestar, logró imponer como secretario a su socio en la operación irregular con las llamadas clínicas del bienestar. La elección, como todo en MORENA, fue una cena de negros, con postre y toda la cosa. No se le pueden pedir peras al olmo. El cobre es el cobre.
P.D. 2: La fiscal María Manuela García Cázares rindió su primer informe de labores. Destaca en su incipiente gestión la reestructuración del equipo y el cambio reciente del director de la Policía de Investigación, Martín Serrano, conocido como “el comandante Crocs”. Por cierto, fue muy burda la campaña negra que desplegaron queriendo impulsar su renuncia. Upsi, no se les va a hacer.
P.D. 3: Anita Pineda está haciendo un muy buen trabajo en los parques Tangamanga. Anita es una mujer trabajadora, honesta y leal. Palomita, pues, para ella.
P.D. 4: A mi amigo Don Jacobo Payán le deseo el mejor de los viajes. Lo conocí cuando buscaba ser candidato del PRI a la presidencia municipal en una asamblea arreglada en el PRI para elegir a Fernando Silva Nieto. Los borregos del tricolor llevaban muy clara la línea. Don Jaco ganó el corazón de todos, pero eran los tiempos de la disciplina en el partidazo. Amigo leal, maestro de maestros para los negocios, generoso al extremo. El San Luis en el que hoy vivimos no se puede explicar sin su existencia. Gracias por todo y por tanto, Don Jacobo. Disfrute en el cielo tomando café, hablando de fútbol y haciendo negocios celestiales. ¡Hasta siempre!
Hasta la próxima.