A partir del 1 de noviembre, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recuperarán formalmente su carácter de empresas públicas, tras la modificación de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución. Los cambios, aprobados por el Congreso y firmados por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación.
La reforma, que revierte aspectos de la reforma energética de 2013, asegura que el gobierno federal mantenga la propiedad y el control de organismos y empresas públicas del Estado en el sector energético. Además, reafirma que la exploración y extracción de hidrocarburos, así como la transmisión y distribución de electricidad, quedan exclusivamente en manos de la Nación, sin posibilidad de concesiones a privados.
El artículo 28 establece la exclusividad del Estado en la explotación de minerales radiactivos, litio y generación de energía nuclear. También señala que, para garantizar la seguridad energética, el servicio de electricidad se ofrecerá al menor costo posible y sin fines de lucro, preservando la soberanía nacional en estos sectores estratégicos.
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