Ayer, luego de muchos momentos vergonzosos, llegaron a su fin las comparecencias por el Tercer Informe de Gobierno de Ricardo Gallardo Cardona. Yo mismo les expuse mi molestia por el mal desempeño de los diputados que, completamente timoratos, no supieron aprovechar el foro y, al final, lo único que dejaron en evidencia es que no se prepararon, que no le entienden al tema o que los arreglaron desde el inicio. Justo en esta última idea, me saltó el nombre de un experimentado estratega que forma parte de la LXIII Legislatura, el coordinador de la bancada del Verde y presidente de la Junta de Coordinación Política, el mismísimo Héctor Serrano Cortés.
Pienso que, si las comparecencias fueron aburridas, fue gracias a él, pero ¡Ojo! No lo digo de mala manera, por el contrario, es un logro tremendo, un motivo plausible que demuestra su experiencia y capacidad. Seguro estoy de que fue él quien metió en cintura a todos los diputados, incluso a los de otras bancadas para que no le representaran obstáculo alguno a ningún secretario, para que el ejercicio sirviera sólo para cumplir con la ley y nada más.
Héctor sabe tejer muy fino. Le sabe, entiende y domina el arte de la política, por eso pienso lo que pienso. Es que no hay duda de que hizo su chamba como operador del Gallardato; desactivó a todos aquellos que pudieran resultar escandalosos, blindó a los funcionarios estatales y tapizó de flores todo el Congreso del Estado.
Si acaso, la manifestación que se registró durante la comparecencia de Lupe Torres fue lo único que los tomó por sorpresa, el resto estaba planeado (hasta el escándalo de Mary Chuy que sirvió como distractor para que Leticia Vargas pudiera escapar sin que los medios de comunicación la cuestionaran).
Motivos había de sobra para cuestionar a los funcionarios, pero nadie lo hizo, nadie le entró a los golpes, ni siquiera lo intentaron. No me van a decir que los berrinches de Rubén Guajardo tienen valor. Nadie, ni Sara, que anda más preocupada por quedarse sin militantes, ni Marco que se le va el tiempo viendo cómo reelegirse al frente del partido, ni los panistas que estuvieron completamente apagados supieron ser la oposición crítica que se esperaba.
Héctor Serrano cumplió con su chamba y entrega buenas cuentas. Con ello, oficialmente, se cierra el tercer año de la administración de Ricardo Gallardo y se llega a la mitad de su mandato.
Cavilaciones:
Primera: En el PAN, las cosas se ponen interesantes de cara a la renovación de la dirigencia estatal. Por lo pronto, los métodos mafiosos que están usando, el secretario general, Enrique Dahud, y el tesorero, Fernando “El Infiel” Zumaya, están uniendo a todos, pero en contra del grupo de la senadora Verónica Rodríguez que quiere reelegirse en el cargo.
Segunda: Y ya que andamos por los rumbos azules, se dice que Lidia Argüello podría ser la candidata para dirigir el PAN. Sería para los panistas un lujo tenerla al frente del Comité Directivo Estatal.
Tercera: Circula con fuerza la versión de que el empresario Carlos López Medina, conocido como “El Tiburón Mayor” trabaja en su jubilación. Esperen noticias.