China desplegó este 14 de octubre aviones y barcos alrededor de Taiwán como una “advertencia”, según anunció el gobierno de Pekín, en lo que representan sus más recientes ejercicios militares dirigidos hacia la isla autogobernada, la cual consideran parte integral de su territorio.
Las maniobras, denominadas Espada Conjunta 2024B, tienen como objetivo «evaluar las capacidades operativas conjuntas de las fuerzas del teatro de comando», detalló el Ministerio de Defensa chino. Horas más tarde, el capitán Li Xi, portavoz del comando oriental del ejército, declaró que las actividades habían culminado «con éxito».
Wu Qian, portavoz del Ministerio de Defensa de China, manifestó en un comunicado posterior a los ejercicios que el país está «dispuesto a trabajar por una reunificación pacífica, con la mayor sinceridad y esfuerzo». Sin embargo, añadió: «Nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza y no dejaremos el más mínimo espacio a aquellos que promueven la independencia de Taiwán».
Por su parte, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, aseguró que su gobierno «continuará defendiendo el sistema democrático y libre, protegiendo la seguridad nacional». El Ministerio de Defensa taiwanés condenó la «conducta irracional y provocadora» de China y afirmó haber desplegado fuerzas adecuadas para «defender la libertad, la democracia y la soberanía» de la isla. Además, informó que las islas periféricas permanecen en «máxima alerta».
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