El fin de semana se dio a conocer el terrible caso de una niña huasteca que fue víctima de trata de personas, su madre la vendió como si de un animal o de cualquier objeto se tratara, luego, fue sacada de su entorno social, golpeada, violentada sexualmente, amenazada de muerte y una larga lista de agravios. El hecho per se ya es indignante, pero es peor la actitud que tomaron las autoridades estatales al engañarla, revictimizarla y negarle el acceso a la justicia, la protección y la seguridad.
Detalles hay muchos, todos turbios y asquerosos. Mis amigos de Código San Luis destaparán la cloaca con una serie de trabajos periodísticos que pondrán en evidencia lo podridas que pueden estar las instituciones y la manera en que el personal operativo le ve la cara a los titulares, a quienes les presentan cifras alegres y presumen de dinámicas eficientes a favor de la ciudadanía.
Si los delitos de los que fue víctima esta niña ya calan en lo más hondo del ser, es todavía más ofensivo el hecho de que los representantes de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA), la Vicefiscalía de Derechos Humanos y la Fiscalía Especializada para la Atención de la Mujer, la Familia y Delitos Sexuales caigan en prácticas que, lejos de garantizar la atención y un servicio de calidad, conviertan en verdaderos calvarios los intentos desesperados de una víctima para presentar una denuncia.
Estos pseudofuncionarios se han convertido en una mafia, igual más perversa que los delincuentes, porque engañan a la gente, la revictimizan e impiden toda posibilidad de acceder a la justicia. Para colmo, cobran por ello. Son burócratas insensibles y groseros que, al final, no resuelven nada y, a conveniencia, dan carpetazo a temas por demás alarmantes. En una de esas, y hasta están coludidos… piensa mal y acertarás.
Estén atentos a los reportes. Ustedes, como yo, van a terminar asqueados con estos funcionarios.
Cavilaciones:
Primera: Los “tiburones” como se les conoce a los grandes empresarios incrustados en el Consejo Potosí, ya parecen decoración de lujo. Aparecen en todos los eventos oficiales. Ayer, fueron los testigos de honor en la inauguración de la Arena Potosí ¡Miau!
Segunda: La nueva secretaria de Finanzas, Ariana García Vidal, roba cámara a donde quiera que va. Muchos no saben qué cargo tiene, pero dicen los informantes de este felino que es la más solicitada del gallardato.
Tercera: El Instituto de Fiscalización Superior del Estado le trae ganas a Marcelino Rivera. El diputado logró ser parte de la LXIV Legislatura a pesar de estar inhabilitado. Ahora, el IFSE busca sentar un precedente y sancionarlo con la retención de la mitad de su dieta para que con ello pague los desvíos y daños al erario que presuntamente cometió cuando fue alcalde de San Martín Chalchicuautla.