María, a sus 14 años, fue víctima de trata de personas, abuso sexual, violencia familiar y, para colmo, de la indolencia de la Vicefiscalía de Matehuala, cuyos trabajadores le dieron la espalda, negándole el acceso a la justicia después de haber experimentado el infierno a su corta edad, de donde fue rescatada el pasado sábado 5 de octubre, gracias al trabajo coordinado entre su abogada, una tía de María y una amiga de la niña.
Según aseguran algunas fuentes, la pequeña es originaria de Xilitla, en la Huasteca potosina. De padres divorciados, creció alejada de su madre desde los siete años. Sin embargo, este año su padre emigró a los Estados Unidos para trabajar, dejándola a cargo de una tía. Fue entonces cuando su progenitora la contactó y, con engaños, se la llevó a vivir con ella.
Fue entonces cuando el infierno de María comenzó, pues su madre la golpeaba con frecuencia y, finalmente, la vendió a un sujeto en el municipio de Xilitla. Por mil pesos, la mamá de María la prometió a un hombre que, se rumora, suele comprar jovencitas en la Huasteca. Aunque no llegó a sus manos, pues otro sujeto la raptó y se la llevó a Coahuila, donde le esperaba un trabajo forzado en la cosecha local, así como constantes episodios de violencia sexual por parte de su acpompañante.
María regreso a San Luis Potosí y terminó viviendo con su captor en la localidad de Santa Ana, perteneciente al municipio de Matehuala. Se encontraba en condiciones deplorables: en medio de basura, ropa vieja y sin un baño en el que pudiera hacer sus necesidades. Fue en este lugar donde, con la ayuda de una amiga, que logró contactar con el padre de María y éste con su tía y una abogada, que lograron rescatarla este pasado sábado 5 de octubre.
Sin embargo, el calvario no terminó para la pequeña de 14 años, pues al llegar a la Vicefiscalía de Matehuala, se encontró con trabajadores indolentes, que no sólo ignoraron su denuncia, pues tras todo lo que sufrió, María batalla para comunicarse, situación que causó la burla y desesperación de quienes le tomaron su declaración. Terminaron por echarla a la calle y desaparecer su denuncia.
Las autoridades de procuración de justicia en Matehuala abandonaron a María, una joven que soportó por meses los golpes de su madre, las violaciones constantes de su captor y ahora, según afirman algunas fuentes, el embarazo producto de toda esta violencia sexual, mientras que la Vicefiscalía decidió invisivilizarla, humillándola y dándole la espalda.
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