A pesar de que los migrantes centroamericanos, principalmente de Guatemala, El Salvador y Honduras, continúan siendo los más numerosos en su intento por cruzar hacia Estados Unidos, nuevos grupos migratorios han incrementado su presencia de manera significativa en México. Entre ellos, destaca el aumento de personas originarias de China, cuya entrada ilegal al país se disparó un 672% de enero a julio de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob). El número de migrantes chinos pasó de 1,458 en 2023 a 11,366 en 2024.
El pasado martes por la noche, un grupo de migrantes procedentes de Egipto, India, Pakistán, Arabia Saudita y Nepal, entre otros países, fueron víctimas de un ataque por parte del Ejército Mexicano. Durante una persecución a una camioneta que transportaba a estos migrantes de manera ilegal, soldados dispararon, dejando un saldo trágico de seis muertos y diez heridos, de acuerdo con reportes de la policía local.
Tonatiuh Guillén López, excomisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), señala que el flujo migratorio de países como Egipto, India, Pakistán y Nepal se ha incrementado debido a razones económicas y lazos familiares que se extienden hacia Estados Unidos, su destino principal. «Las familias de estos países pagan cantidades enormes, dos o tres veces más que lo que cobran los traficantes a los migrantes centroamericanos», comentó el exfuncionario.
Aunque estos migrantes representan un porcentaje menor en comparación con los mexicanos, que constituyen un tercio del total de la migración irregular hacia Estados Unidos, Guillén López subraya que también enfrentan riesgos significativos. «Están expuestos a delitos, extorsión y acciones de contención por parte del Ejército, la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración», afirmó.
Incremento en migración de países asiáticos y africanos
El fenómeno no se limita a migrantes de Centroamérica o Asia. Datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, dirigida por Rosa Icela Rodríguez, indican que la migración ilegal desde India aumentó un 1,651.1%, mientras que la de Afganistán creció un 1,746.8%. Estos incrementos son alarmantes y reflejan una tendencia creciente en la entrada de personas de países como Bangladés y Uzbekistán, cuyos flujos también aumentaron en más del 1,000%.
Cristina Hernández Engrandes, académica del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), sostiene que el crimen organizado ha aprovechado este aumento en la migración, controlando las rutas de tráfico de personas, particularmente en la región centro de Chiapas, por donde ingresan muchos migrantes. «La desprotección para estos ciudadanos es tres veces mayor, ya que el crimen organizado cobra cuotas y extorsiona a quienes logran llegar», explicó Hernández.
La académica también denunció la colusión entre el crimen organizado y algunos servidores públicos del Instituto Nacional de Migración, quienes permiten la entrada de migrantes bajo la fachada de empresas legales que ofrecen empleos falsos. «No solo se están aprovechando de una población vulnerable, sino que también están promoviendo que más personas lleguen a México en estas condiciones», afirmó.
Este panorama subraya la creciente complejidad del fenómeno migratorio en México, que ahora incluye a grupos de países tan lejanos como China, India, Pakistán y Nepal, quienes enfrentan riesgos similares a los centroamericanos, pero con desafíos únicos debido a la distancia y el costo de su travesía.
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