La noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, ocurrió uno de los casos más bizarros que hoy en día mantienen una incertidumbre en la sociedad mexicana. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Iguala, Guerrero, ahí se cometieron una serie de ataques contra 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
Hoy en día a los jóvenes se les recuerda de tres maneras, en Ayotzinapa por ser integrantes del equipo de fútbol «Los Avispones» y buenos estudiantes, sus familias por ser personas de bien que solo luchaban por cumplir sus metas y México como un crimen de estado.
Todo comenzó cuando el grupo de estudiantes se trasladó a Iguala para tomar autobuses y participar en la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México, por la represión contra estudiantes en 1968.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) escribe en. su informe del caso Ayotzinapa que, los jóvenes tomaron camiones para ir a la CDMX, pero en el camino policías municipales abrieron fuego contra los estudiantes para impedirles salir del lugar. Se reporta que se detuvieron a 43 normalistas, tiempo después serian reportados como desaparecidos.
Esa misma noche continuaron las agresiones contra los estudiantes y la población en general, no sólo por parte de agentes estatales sino también por la de algunos civiles que, como después se demostró, eran parte de la estructura de la organización criminal “Guerreros Unidos”, fuertemente vinculada con las instancias estatales presentes en esa zona guerrerense.
El caso comenzó a acapar la atención de la sociedad, pero poco a poco se daban largas a la investigación del caso, por este motivo, el 18 de noviembre de 2014, surgió el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) mediante un acuerdo entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los representantes de las víctimas de Ayotzinapa y el Estado mexicano. Su objetivo era proporcionar asistencia técnica para la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos; además de investigar y sancionar a los responsables.
Tras dos años de trabajo, el 28 de noviembre de 2018, la CIDH presentó el Informe Final del Plan de Trabajo de su Mecanismo Especial de Seguimiento al Asunto Ayotzinapa; el documento establecía que se realizó una investigación fragmentada, incompleta y sombría resultado de una falta de detenciones y consignaciones por desaparición forzada a los responsables, ya fuera por acción u omisión.
La CIDH dejo en claro en sus informe que la investigación oficial que realizó el gobierno de Enrique Peña Nieto fue muy mala, o bien se dieron versiones alejadas a la realidad; a esto se le llamó la verdad historica.
Hace un año, en el 2023, la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa (CoVAJ) señaló que que, «la mal llamada verdad histórica fue una construcciónelaborada desde el gobierno federal para encubrir los hechos e imponer la versión oficial de la incineración de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula para dar carpetazo al caso».
De acuerdo al informé de la CoVAJ, se resaltan tres importantes diferencias entre la verdad histórica y su investigacio.
- La verdad histórica señala que los estudiantes iban a boicotear el informe de labores de María de Los Ángeles Pineda Villa, entonces presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, y esposa de José Luis Abarca Velázquez, en tanto que la investigación de la CoVAJ refiere que los estudiantes iban a tomar autobuses para trasladarse a la Ciudad de México, a fin de participar en la marcha conmemorativa del 2 de octubre.
- La verdad histórica acusa que integrantes de la organización delictiva Guerreros Unidos incineraron a los estudiantes en el basurero de Cocula por tratarse de supuestos integrantes de un grupo contrario, denominados Los Rojos, mientras que la CoVAJ reveló que, al considerar las condiciones climáticas del terreno y la vegetación, dicho evento no pudo haber sucedido. En ningún momento los estudiantes estuvieron juntos tras la salida de la terminal de autobuses. Del análisis de las comunicaciones telefónicas y testimonios recabados, se desprende que los estudiantes fueron divididos en al menos tres grupos y llevados a diferentes destinos.
- Asimismo, la llamada verdad histórica reconstruye los hechos pretendiendo responsabilizar solamente a las autoridades locales vinculadas con el grupo delictivo. Por el contrario, el informe de la CoVAJ detalla que el día de los hechos participaron en colusión con los grupos criminales que operaban en la región autoridades civiles y grupos de seguridad municipal, así como autoridades federales, estatales y elementos del 27 y el 41 Batallones de Infantería.