El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizó el incidente ocurrido el domingo en Veracruz, donde fue impactado por una botella de agua, al señalar que “no pasó a mayores”. En su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el mandatario atribuyó el suceso al malestar de sectores conservadores que se oponen a los cambios promovidos por la Cuarta Transformación (4T).
«Me lanzaron una botella de agua ayer. Como jugué béisbol y fui fielder, imagínense si no la hubiera podido atrapar, pero no pasó nada grave», comentó López Obrador de forma relajada. Además, dijo comprender el malestar de aquellos que prefieren que las cosas sigan como antes: “Entiendo que están inconformes, ellos quisieran que todo permaneciera igual, pero ya no es posible”.
El presidente también destacó que su gobierno no recurre a la represión, asegurando que no habrá consecuencias para quien arrojó la botella: «Al que lanzó la botella, que esté tranquilo, no va a pasar nada».
El incidente tuvo lugar durante una manifestación frente a Casa Juárez, en el puerto de Veracruz, donde López Obrador estaba acompañado por el gobernador del estado, Cuitláhuac García. Durante la protesta, trabajadores del Poder Judicial de la Federación del Séptimo Circuito repudiaron lo ocurrido y se deslindaron de cualquier acto violento.
Seguiremos informando.