Un equipo de científicos de la NASA ha confirmado la existencia de un nuevo campo físico en la Tierra: el campo eléctrico, que se suma a los ya conocidos campos magnético y gravitacional. Este hallazgo, realizado por el cohete suborbital Endurance y publicado en la revista Nature, revela que este campo ha estado presente en nuestro planeta durante millones de años, pero no había sido detectado hasta ahora.
El descubrimiento del campo eléctrico, conocido como campo ambipolar, es fundamental para comprender el proceso de escape atmosférico, en el que la atmósfera terrestre pierde gases hacia el espacio exterior, y su impacto en la configuración de la ionosfera. Este campo podría haber influido en la evolución de la atmósfera de la Tierra y su dinámica interna, un proceso que también podría estar ocurriendo en otros planetas con atmósfera, como Venus y Marte.
Glyn Collinson, investigador principal del proyecto en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, destacó la importancia del hallazgo, afirmando que este campo puede haber moldeado la evolución de nuestro planeta de formas que hasta ahora no comprendíamos. La medición precisa de este campo abre nuevas puertas para la exploración y el estudio de la historia de la Tierra, así como para determinar qué otros planetas podrían ser aptos para la vida.
Este descubrimiento es el resultado de décadas de investigación, durante las cuales los científicos habían observado corrientes de partículas que escapaban de la atmósfera terrestre hacia el espacio, un fenómeno conocido como “viento polar”. Sin embargo, la naturaleza de estas partículas frías y de alta velocidad había desconcertado a los investigadores, quienes sospechaban la existencia de un campo eléctrico no detectado hasta ahora.
El trabajo del equipo de Collinson no solo ha confirmado la existencia del campo eléctrico, sino que también ha medido su fuerza con precisión, marcando un hito en la comprensión de los procesos atmosféricos de la Tierra y otros planetas.
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