Los habitantes de Venado, en el Altiplano Potosino, están al borde de la desesperación tras más de dos semanas sin suministro de agua potable. La comunidad ha dirigido su malestar hacia el presidente municipal, Guillermo Martínez Guerra, a quien responsabilizan por la situación que, según ellos, no ha recibido la atención adecuada por parte de las autoridades locales.
La falta de agua no solo ha dificultado la realización de actividades diarias, sino que ha puesto en entredicho las políticas ambientales promovidas en la región. “Nos piden que plantemos árboles, pero ¿con qué agua si no tenemos ni siquiera para cubrir nuestras necesidades básicas?”, cuestionan los residentes, evidenciando la contradicción en las expectativas de las autoridades.
Además, los ciudadanos se han visto obligados a recurrir a la compra de garrafones de agua para suplir la falta del recurso en sus hogares, lo que ha generado una carga económica adicional para muchas familias. “Al presidente no le preocupa que llevemos dos semanas y media sin una gota de agua en nuestras casas. Mucho menos le va a importar que tengamos que gastar en agua embotellada para las necesidades del hogar”, comentan con frustración.
La comunidad exige una respuesta inmediata y soluciones efectivas para restablecer el suministro de agua, un recurso esencial para la vida diaria. Hasta el momento de la elaboración de esta nota, el presidente municipal no ha emitido ninguna declaración oficial al respecto.