La adolescencia es una etapa llena de cambios hormonales, físicos y psicológicos, y con ella, un alto riesgo de desarrollar problemas de salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10% y el 20% de los adolescentes en Europa padecen algún trastorno mental o de comportamiento, con España liderando en prevalencia. Ante esta problemática, expertos señalan que el ejercicio físico podría ser una solución efectiva para mejorar la salud mental de los jóvenes.
El ejercicio no solo beneficia el cuerpo, sino que tiene un impacto significativo en la mente. Lorena González, psicóloga infantojuvenil, destaca que la práctica regular de deporte ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y la depresión, además de mejorar la autoestima en una etapa tan frágil como la adolescencia. Según estudios recientes, como uno realizado por la Universidad de Murcia en 2022, el ejercicio también fomenta la socialización y fortalece la confianza en uno mismo.
En Islandia, un programa gubernamental ha demostrado que los adolescentes que practican deporte son menos propensos a desarrollar adicciones, un hallazgo que podría replicarse en otros países.
El ejercicio también mejora la función cognitiva y la materia gris del cerebro, según la entrenadora personal Mar Planas. Además, el deporte fomenta hábitos saludables que se extienden a otras áreas de la vida, como una mejor alimentación y un menor consumo de alcohol.
Abigail Huertas Patón, psiquiatra infantojuvenil, subraya que la actividad física regular produce cambios estructurales en el cerebro, liberando neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que mejoran la atención y el bienestar general.
Fomentar el amor por el deporte desde una edad temprana, sin forzar, es esencial para que los jóvenes mantengan una vida activa y saludable, según el experto Julio Domínguez. Con todos estos beneficios, el ejercicio se presenta como una herramienta fundamental para enfrentar los desafíos mentales de la adolescencia.