Después de varios retrasos, sobrecostos y un incidente como la fuga de gas registrada a principios de julio, Andrés López Obrador inauguró la refinería de Dos Bocas la tarde del pasado sábado, en su estado natal, Tabasco. Lo acompañaron la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y el director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, entre otros. La refinería es una de las obras clave del presidente para reducir la dependencia de México de la gasolina importada, pero ha sido objeto de numerosas críticas por parte de la oposición.
Estos críticos consideran que en la actualidad ya no es apropiado invertir en energías contaminantes y han señalado repetidamente los sobrecostos del proyecto, que comenzó con un presupuesto de 8,000 millones de dólares y ha terminado costando 16,000 millones, según los datos enviados por Pemex en mayo a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. El presidente ha estimado que la refinería Olmeca producirá 260,000 barriles diarios de gasolina, aunque esto aún está por verse.
Este sábado, una manifestación de protesta recibió a los políticos, quejándose de la contaminación del agua que, según afirman, está causando el complejo petrolero. Un grupo de personas, incluyendo pescadores de la zona, denunciaron la muerte de especies en el río Seco, la mala calidad del agua y también del aire. También señalaron que el turismo se ha visto afectado, por lo que solicitaron una reunión con el Gobierno.
López Obrador expresó su satisfacción por estar en su tierra, Tabasco, como parte de esta especie de gira de despedida que cada fin de semana lo lleva por distintos estados inaugurando las obras de su mandato o mostrando a su sucesora los proyectos en marcha. «Puedo decir misión cumplida», declaró el presidente, quien tuvo palabras moderadas para los miembros de la oposición, de quienes dijo que han calumniado y se han mostrado en desacuerdo, pero «no han pasado de eso», permitiendo, explicó, que la Cuarta Transformación de México, como llama al periodo de su mandato y el que sigue en el nuevo sexenio, haya sido una etapa pacífica.
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