Debido a que la leche materna está formada por agua, carbohidratos, grasas y proteínas, hay una idea errónea entre la población de que ésta puede producir caries dental en los menores, y ese es uno de los mitos que debe ser erradicado, resaltó la doctora Verónica Campos Ibarra, docente de la Facultad de Estomatología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que en este 2024 se desarrollará del 01 al 07 de agosto, se reconoce que ésta es una de las mejores formas de garantizar la salud y la supervivencia de un bebé.
Además, Campos Ibarra explicó que se han hecho estudios por parte de investigadores de la UASLP, quienes han descubierto que la leche materna contiene células madre y elementos protectores que evita que a los bebés les dé caries.
La especialista indicó que, si se da en el pecho de la madre, el consumo de la leche ayuda a estimular el desarrollo esqueletal y muscular del infante. Ya que permite el crecimiento y fortalecimiento de la mandíbula, debido a la acción de succión de la leche, que le permite al bebé, cerrar su boca y respirar por la nariz.
Agregó que en esa etapa de vida ocurre un desarrollo facial importante en el bebé, pues el aire que entra por sus fosas nasales le permite inhalar fuerte, ya que es en ese periodo cuando se genera el espacio en los dientes de la boca una vez que erupcionan.
Dijo que cuando las madres no pueden directamente alimentar a sus hijos, hay dispositivos que ayudan a los bebés, para que sustituyan la función de succión cuando consumen la leche en biberón. Apuntó que por ello muchas marcas de biberones y mamilas, han desarrollado diversos materiales para propiciar la succión y la respiración que les permite a los infantes no perder en su desarrollo.
Campos Ibarra aseguró que actualmente médicos pediatras y dentistas recomiendan para los bebés, seis meses de lactancia exclusiva, sin la ingesta de ningún otro alimento. Así como mantener una higiene diaria de la boca, limpiando con mucho cuidado las encías con una gasa colocada en el dedo de la mamá y mojada con agua purificada. Deberá procurarse que, al menos una vez por día, se brinde un masaje al bebé y se limpie el interior de la boca para que se remueva la placa dentobacteriana y se acostumbre al hábito de la limpieza bucal.
La docente universitaria manifestó que como los bebés no duermen con la mama en la boca, no tienen el riesgo de que les produzca algún daño a sus encías o dientes; pues generalmente las mujeres alimentan al infante y posteriormente lo separan de su pecho.
Finalmente recomendó a las madres que, si alimentan al bebé con biberón, no lo dejen en la boca del niño durante toda la noche. Esa práctica sí puede provocar daño a las encías o en su caso a los dientes del menor, sobre todo cuando se da con fórmula láctea debido a los carbohidratos que contiene.