Según el estudio liderado por Aster Taylor, estudiante de posgrado en astronomía, hasta el 60% de los objetos cercanos a la Tierra podrían ser cometas oscuros. Estos objetos, que se cree contienen o han contenido hielo en su interior, podrían haber desempeñado un papel crucial en la introducción de agua en nuestro planeta en sus etapas formativas.
«Este trabajo ha demostrado que los cometas oscuros podrían representar otra vía para llevar hielo desde el resto del sistema solar al entorno terrestre», explicó Taylor. Aunque no se puede confirmar que estos cometas fueran los responsables directos de traer agua a la Tierra, los estudios sugieren que representan un mecanismo adicional para la introducción de hielo y otros compuestos esenciales.
Los cometas, conocidos por su característica cola y composición de hielo, son restos de la formación del sistema solar y generalmente se mueven en órbitas alrededor del Sol. Sin embargo, los cometas oscuros presentan una peculiaridad: carecen de coma visible (la nube de gas y polvo que envuelve a los cometas tradicionales) pero muestran aceleraciones orbitales inexplicables solo por la gravedad. Esto los hace difíciles de detectar y definir claramente.
El estudio examinó siete de estos objetos, encontrando que podrían representar una fracción significativa de los objetos cercanos a la Tierra. «Estos cometas oscuros podrían provenir del cinturón de asteroides, sugiriendo que hay más hielo en el cinturón principal de lo que se pensaba», señaló Taylor. Esto plantea nuevas preguntas sobre la composición y origen de estos cuerpos celestes.
La investigación también sugiere que el cometa oscuro 2003 RM, con una órbita elíptica que lo acerca a la Tierra y Júpiter, podría ser representativo de esta clase de cometas. Este descubrimiento podría incluso relacionarse con objetos misteriosos como Oumuamua, el objeto interestelar que cruzó nuestro sistema solar en 2017, sugiriendo que también podría ser un cometa oscuro.
El estudio de los cometas oscuros no solo abre nuevas perspectivas sobre la evolución del sistema solar y la introducción de agua en la Tierra, sino que también podría proporcionar pistas cruciales sobre los ingredientes necesarios para la vida en nuestro planeta. La continua investigación en este campo será fundamental para desvelar los secretos que estos objetos cósmicos aún guardan.