Siempre me ha llamado la atención el comportamiento de la mente humana frente a ciertas circunstancias. La vida diaria se ve afectada por nuestras reacciones ante incidencias y percepciones, o al escuchar discursos y narrativas políticas. Vale la pena darle una revisada a esto, lo que además nos permite cambiar un poco de tema.
Tienen aquí gran relevancia “las teorías de la conspiración”, que se entienden como intentos de explicar algo importante a partir de acciones ocultas; o sea, conjuras encubiertas sin sustento racional o probatorio, que se vuelven muy populares… Se aceptan y difunden aunque no se comprueben, porque llenan vacíos de información y son menos aburridas que los hechos reales.
Miren, todo ello nos confirma que la verdad puede ser menos atractiva que la mentira, y ésta nos ayuda a escapar de una realidad poco estimulante. Las invenciones e ilusiones resultan más gratas que esa cruda realidad e incluso nos narcotizan o entretienen.
La imaginación es tan poderosa que nos hace sufrir más que un problema real. También el escándalo nos atrae, mientras que las religiones o supersticiones se vuelven todopoderosas ante la incertidumbre general o los caprichos de la naturaleza, al grado de que dominan sociedades y hasta conducen a guerras (ya no virtuales).
Así, pues, lo que uno quiere creer se ve mucho mejor que el mundo real. Preferimos la historia que nos gustaría, por encima de las desgracias nacionales… Un futuro fácil y grandioso, más que duras luchas contra la adversidad.
La Historia Patria suena mejor con héroes idealizados (Juárez) o victorias (El cinco de mayo) sin ver las derrotas frente a los mismos invasores franceses… o con epopeyas como la de Los Niños Héroes. De manera similar se ha consolidado La Aparición de la Virgen de Guadalupe, que es reconocida por multitudes.
Nos dicen que “los mitos tienen más poder que la realidad”, y eso se confirma en diversos casos. Entre los más notables vemos a personajes cuyas muertes difícilmente eran aceptables para sus numerosos seguidores: Adolf Hitler, los grandes cantantes Elvis Presley y Jorge Negrete, o el joven y famoso actor James Dean. Entonces se ha sostenido que al final el dictador alemán huyó a Sudamérica, o que los otros han sido vistos luego en distintos lugares.
Algunos de ellos se creían “inmortales” y se arriesgaban más de la cuenta, lo que se observa también en dechados de corrupción como Raúl Salinas de Gortari, quien se sentía más allá del bien y del mal e incluso, según me platicó alguien cercano a él, suponía que nadie se iba a dar cuenta de sus abusos o desmanes, por lo que no tendrían consecuencias.
Y, claro, hay ejemplos clásicos como el magnicidio del presidente John F. Kennedy, en el que no era fácil aceptar que alguien tan pequeño (Lee Oswald) pudiera haber matado a un personaje tan grande, por lo que tendría que haber allí una gran conspiración (o varias, pues sobraban las teorías). Otros similares: el asesinato de Luis Donaldo Colosio (con diversas presunciones nunca comprobadas), o la muerte de Lady Di que desató especulaciones e intentos de sigilo que resultaron contraproducentes. Harry, su hijo menor, dice ahora que pensaba que ella no había perecido y regresaría con él.
Demagogos populistas como Trump y López Obrador abusan de realidades alternas: narrativas falsas que se adaptan a su conveniencia y, de buena gana, son creídas por muchos al reproducir sus propios prejuicios. Lo racional es desplazado por lo emocional. ¡Y se configuran autoevaluaciones muy favorables… o incluso “arrolladores triunfos electorales”!
* DEL PREMIO NOBEL DE literatura Albert Camus (1913-1960) es esta poderosa cita de interés para los mexicanos unos 70 años después: “El bienestar del pueblo siempre ha sido el pretexto de los tiranos”. Fíjense, los charlatanes autoritarios se alocan y equivocan, pero igual ponen en práctica una especie de manual.
Otra frase del gran escritor y filósofo francés: “Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”. Y una más, también vigente: “Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”.
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