Síntomas y causas
Los síntomas típicos de la fatiga ocular incluyen ojos doloridos, cansados, secos o con picazón, visión borrosa, dolores de cabeza y sensibilidad a la luz. Factores como mirar pantallas digitales por largos periodos, leer sin pausas para descansar los ojos, conducir distancias largas y exponerse a luces intensas son las causas más frecuentes.
El uso extendido de computadoras y dispositivos digitales, conocido como síndrome visual informático o fatiga ocular digital, es particularmente relevante. Las personas que pasan más de dos horas diarias frente a pantallas corren un mayor riesgo debido a la menor frecuencia de parpadeo, lo cual afecta la lubricación ocular necesaria.
Prevención y tratamiento
Para prevenir la fatiga ocular, se recomienda hacer pausas regulares durante actividades visuales intensas, ajustar el brillo y contraste de las pantallas, y mantener una distancia adecuada entre los ojos y los dispositivos. Además, es crucial asegurarse de tener una buena iluminación y evitar el resplandor directo de las pantallas.
Consultar a un especialista en oftalmología es fundamental si los síntomas persisten a pesar de las medidas de autocuidado. Los problemas oculares subyacentes como la sequedad ocular o errores de refracción pueden necesitar tratamiento especializado.
Complicaciones
Aunque la fatiga ocular no suele tener consecuencias graves, puede afectar negativamente la calidad de vida al causar cansancio y dificultades para concentrarse. Adoptar medidas preventivas y ajustar los hábitos visuales pueden mitigar significativamente esta molestia diaria.
Para quienes trabajan o estudian frente a una pantalla, mantener una postura ergonómica, usar filtros de luz azul y descansar los ojos cada hora son prácticas recomendadas. La adecuada organización del espacio de trabajo también puede contribuir a reducir la fatiga ocular.