Las alergias son respuestas del sistema inmunológico ante sustancias inofensivas, mientras que las intolerancias implican una incapacidad para digerir ciertos alimentos. «Una verdadera alergia alimentaria puede ser mortal, incluso con pequeñas cantidades del alimento desencadenante», explica la doctora Rosa Maria Muñoz Cano, alergóloga del Hospital Clínic Barcelona. En contraste, las intolerancias no involucran al sistema inmunológico y sus síntomas suelen ser menos severos y aparecer más lentamente.
Factores como la contaminación ambiental, la dieta y el estrés pueden influir en el desarrollo de alergias. «El microbioma, los microorganismos en nuestro cuerpo, también juegan un papel crucial», añade el doctor Joan Bartra, también alergólogo del mismo hospital.
Aunque no existe un tratamiento curativo para las alergias, las medidas preventivas y los tratamientos disponibles pueden controlar los síntomas de manera efectiva. «El objetivo es mejorar los síntomas hasta que desaparezcan o sean manejables», afirma la doctora Muñoz Cano. Esto incluye eliminar el alérgeno de la dieta en el caso de alergias alimentarias y ajustes dietéticos para las intolerancias.
La educación del paciente y su entorno es clave para evitar reacciones alérgicas. «Es fundamental saber cómo evitar los alérgenos y usar dispositivos de tratamiento adecuadamente», subraya el doctor Bartra.
Para un manejo efectivo, se recomienda realizar pruebas de alergia específicas, adoptar medidas en el hogar como la eliminación de alérgenos y considerar tratamientos farmacológicos o inmunoterapia específica bajo supervisión médica.
Ante cualquier síntoma relacionado con alergias o intolerancias alimentarias, es crucial consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de manejo personalizado.