Arqueólogos encontraron los restos fósiles de un depredador marino parecido a una salamandra y que tenía unas dimensiones mayores a las de un ser humano de estatura común.
Contaba con una cabeza ancha y fuertes colmillos que le permitían succionar y masticar a presas desprevenidas y de tamaños promedio “Actuaba como una engrapadora agresiva”, dijo Michael Coates, un biólogo de la Universidad de Chicago que no participó en el trabajo.
La criatura existió unos 40 millones de años antes de que evolucionaran los dinosaurios. Este tipo de especies evolucionaron al grado que lograron salir del agua con dedos y transformarse en anfibios, aves y mamíferos o en hasta humanos.
Estas especies habitaron las zonas de lo que hoy es Norteamérica y Europa, sin embargo, los restos de este ejemplar se encontraron en tierras africanas, exactamente en Namibia, lugar donde antes existió solo hielo. Eso quiere decir que estas especies se adaptaban a diferentes climas extremos y estables.
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