En una decisión que podría cambiar las prácticas de higiene personal en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado al talco como un probable carcinógeno para los seres humanos. Esta declaración llega después de años de investigaciones exhaustivas que han vinculado el uso de talco con un mayor riesgo de cáncer, particularmente cáncer de ovario en mujeres.
Los hallazgos, publicados en la revista científica The Lancet Oncology por expertos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC/IARC), han revelado que el talco puede estimular el crecimiento desordenado de células que conducen al cáncer. Específicamente, se ha identificado que el talco está asociado con cánceres en estudios parciales en humanos y pruebas concluyentes en animales de laboratorio.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, un órgano de la OMS dedicado a la identificación de riesgos carcinógenos, ha colocado al talco en el nivel 2A de su clasificación. Esto significa que hay evidencia limitada de que el talco puede causar cáncer en humanos, pero hay pruebas suficientes de que es carcinogénico en animales.
El cáncer de ovario es uno de los principales focos de preocupación relacionados con el uso de talco. Según el Instituto Médico Mayo Clinic, este tipo de cáncer es agresivo y se caracteriza por el rápido crecimiento de células en los ovarios, con síntomas que incluyen hinchazón abdominal, sensación de saciedad, pérdida de peso inexplicable, fatiga y dolor de espalda.
Además, los estudios han mostrado que el talco puede provocar cáncer en las glándulas suprarrenales y los pulmones de las hembras en estudios con animales, así como tumores en la médula suprarrenal.
La exposición al talco generalmente ocurre a través del uso de productos cosméticos y polvos corporales que lo contienen, aunque también puede ocurrir en entornos laborales durante la extracción o procesamiento del mineral.
Esta declaración llega en un momento en que empresas como Johnson & Johnson han enfrentado litigios significativos relacionados con el uso de talco en sus productos. En junio, la compañía llegó a un acuerdo con 42 estados en Estados Unidos por acusaciones de que sus polvos de talco contribuyeron al desarrollo de cáncer en algunas usuarias.
Aunque algunos estudios han sido contradictorios, con una revisión reciente que no encontró un vínculo estadístico entre el uso de talco en áreas genitales y el riesgo de cáncer de ovario, la preocupación sobre la seguridad del talco sigue siendo alta, especialmente en productos destinados al cuidado personal y la higiene.
Los expertos enfatizan la necesidad de más investigación y regulación para proteger la salud pública y garantizar la seguridad de los consumidores frente a posibles riesgos asociados con el uso de talco en productos de consumo diario.
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