Pax Dettoni nos habla de la importancia que tiene el desarrollar la alfabetización emocional en Educación Infantil y Primaria, una actuación temprana que definirá la clase de adultos que pueden llegar a ser. Esto para desarrollar las estrategias más adecuadas que permitan a padres y docentes ayudarles a identificar sus emociones, primero, y a gestionarlas correctamente después.
La autora de Edúcame con lo que soy y para lo que seré (editorial CCS, 2024) aboga por identificar el temperamento predominante en cada uno de los niños.
Pax Dettoni es antropóloga social y cultural, politóloga, experta en educación emocional y fundadora del Teatro de Conciencia y de la metodología de convivencia escolar En sus zapatos: un espacio de empatía activa. Ella nos habla de cómo se debe abordar esta parte de la educación integral de niños y niñas, así como el impacto que tendrá en su vida futura.
La educación emocional es lo que los clásicos llamaban el “autogobierno”. Es decir, la capacidad que debe ser desarrollada en los seres humanos para tomar consciencia de su mundo interior, las emociones, para así poder “gobernarlas” (gestionarlas) de manera que no sean dañinas para uno mismo ni para los demás.
Como la educación emocional prepara a nuestra inteligencia emocional para la empatía y la capacidad de relacionarnos sin violencia, resulta fundamental para construir la tan anhelada cultura de la paz (pues solo con paz hay realmente bienestar).
La autora menciona que es importante conocer el tipo de temperamento de cada alumno, ya que esto ayuda a verles a todos, nos habla de dos tipos de temperamento, con tendencia temperamental sanguínea o colérica, aquellos que todo el tiempo estan hablando y brincando por todos lados, o por el contrario, los de tendencia melancólica o flemática, quienes suelen estar más tranquilos.
¿Con qué finalidad? Con la de ajustar las exigencias, no solo académicas, sino también socioemocionales del alumno, si el docente conoce que el alumno que se peleó en el receso es de tendencia colérica y con ella, tiene mucha dificultad para gestionar su impulsividad agresiva, en lugar de castigarlo, puede educarlo para que aprenda a gestionar bien su rabia (con técnicas de respiración y de autodiálogo, por ejemplo).
Esto no solo le servirá al alumno para no pelear más en el recreo, sino que también podrá ponerlo en práctica en otras situaciones. Cada niño es diferente y necesita una educación emocional distinta, pues no todos muestran las mismas habilidades innatas para las mismas dimensiones socioemocionales.
Es importante que desde niños se nos educe emocionalmente, pues esto nos da la capacidad de identificar nuestras emociones y nos lleva a que podamos gestionar nuestra emoción y plantarnos con calma delante de un conflicto.
Estefanía López Paulín
Contacto: psc.estefaniapaulin_uaslp@hotmail.com
Número: 4881154435