La manipulación es una estrategia hábil y efectiva empleada por individuos para moldear el comportamiento, pensamientos y emociones de otros. Quienes la practican dominan el arte de influenciar y dirigir a su favor, usualmente de manera inadvertida para la víctima. Este fenómeno psicológico puede acarrear consecuencias significativas en las relaciones interpersonales, laborales y en el bienestar mental de quienes se ven afectados por ello.
A continuación conoce los tipos de manipuladores que afectan a la sociedad:
Castigadores
Esta forma de manipulación se caracteriza por su franqueza y carácter directo. Los intimidadores utilizan amenazas para hacer valer su voluntad, empleando el clásico «O haces esto, o…». Sus estrategias incluyen advertencias explícitas como: «Si revelas esto, te arrepentirás…» Se identifican fácilmente porque manipulan descaradamente el miedo de sus víctimas. No obstante, muchos manipuladores comprenden que las amenazas abiertas son socialmente condenables, optando así por formas indirectas de coacción.
Los que se autocastigan
Utilizan la vergüenza y la culpa para conseguir su cometido, advierten que si no se les complace ellos podrían sufrir e incluso perder física y psicológicamente.
Los que sufren
Presentan o evocan sensación de simpatía es la acción de hacerse la víctima como se le conoce hoy en día. Lo utilizan para desviar la atención de su comportamiento manipulador. Estos manipuladores pueden pasar horas o días sin decir una palabra, sufriendo en silencio y esperan que adivinemos qué les pasa.
La manipulación es sin duda una herramienta psicológica peligrosa, que, en ocasiones, representa un riesgo muy alto para la sociedad y que se presenta en distintos ámbitos. Es importante estar alerta a las señales de este comportamiento.
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