El queso panela es un elemento fundamental en la cocina mexicana y se encuentra en una gran variedad de platillos, desde los frijoles refritos, chilaquiles verdes, tacos dorados y hasta como bocadillo saludable para botanear, sin embargo, miles de personas desconocen que este manjar es un producto de origen mexicano.
El queso panela tiene sus raíces en el Siglo XIX cuando la Ley de Colonización atrajo a diversos grupos de extranjeros a México. Entre este grupo, había un napolitano que llegó a Lagos de Moreno en Jalisco e intentó replicar un queso fino del sur de Italia llamado el «canestrato pugliese», mismo que estaba hecho con leche de cabra. Al no tener acceso a este tipo de ganado, tuvo que utilizar la leche de las vacas de la región y dio origen a un nuevo queso, mismo que hoy en día conocemos como queso panela.
En los últimos años, el queso panela se ha convertido en uno de los más consumidos por personas que siguen dietas y realizan ejercicio, debido a su bajo contenido en grasas y alto valor proteico. De hecho, si se calienta en un comal, el queso panela difícilmente se derretirá, a diferencia de los quesos con mayor contenido graso.
Sin embargo, si el queso panela se derrite fácilmente, puede ser un indicio de que se trata de un producto pirata o falsificado. La autenticidad y calidad del queso panela son importantes, ya que su baja cantidad de grasa es una de las características que lo hacen tan apreciado.
Por lo anterior, el queso panela es un tesoro culinario mexicano, con una historia que se remonta al siglo XIX y propiedades nutricionales que lo han convertido en un alimento popular entre quienes buscan una opción saludable. Su presencia en la cocina mexicana es innegable y merece ser reconocida y valorada.
