En un reciente naufragio en las aguas del sur de Italia, al menos 26 niños se encuentran entre los aproximadamente 66 desaparecidos. La mayoría de ellos son familias afganas, según testimonios recogidos por Médicos sin Fronteras (MSF). La tragedia habría cobrado la vida de “familias enteras” que partieron de Afganistán en un velero desde Turquía hace unos ocho días, según Mohammadi.
MSF brindó asistencia en tareas de primeros auxilios a las doce personas que sobrevivieron al naufragio, describiendo la experiencia como “desgarradora”. Las familias traumatizadas mostraban un dolor palpable; presenciar la pérdida de un familiar o amigo en el mar siempre es una experiencia horrible.
La Guardia Costera italiana está buscando a las personas desaparecidas desde anoche, tras recibir una señal de alarma emitida por una embarcación de recreo francesa que navegaba a unas 120 millas de la costa italiana.
El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo italiano (IMRCC) desvió inmediatamente dos buques mercantes cercanos, un avión ATR42 de la Guardia Costera y las patrulleras CP305 y CP326 estacionadas en Calabria para ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate.
Los doce supervivientes fueron transbordados de la embarcación francesa a un mercante y luego trasladados a bordo de una patrullera de la Guardia Costera que se dirigía al puerto de Roccella Jonica. También se recuperó el cuerpo de una mujer que falleció después de las operaciones de desembarco.
Este naufragio ocurrió en la misma costa donde hace un año, en Steccato de Cutro, casi un centenar de migrantes perdieron la vida.
En lo que va de este año hasta el pasado 14 de junio, han llegado a las costas italianas 23,235 migrantes, en comparación con los 55,662 del mismo período del año anterior, según datos del Ministerio del Interior.
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