Según datos oficiales de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Sinaloa, en esta entidad desaparece una persona cada ocho horas. Este alarmante fenómeno ha crecido de manera exponencial en los últimos años, según lo señalado por Juan Carlos Ayala Barrón, investigador y académico de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Ayala Barrón denunció que parece existir una “política de administración de la muerte”, una especie de “necropolítica” en la que se entrelazan la impunidad estatal y el crimen organizado.
Históricamente, Sinaloa ha enfrentado altos índices de asesinatos, pero en 2016 y 2017, estos crímenes mostraron una disminución. Sin embargo, las desapariciones han aumentado significativamente, a pesar de que los registros datan desde 1964.
El académico también destacó que la sociedad actual ha normalizado la violencia, incluso ante sucesos extremos como el “Culiacanazo” o la reciente ola de levantamientos en la capital del estado el pasado mes de marzo. Parece que la emotividad y la reacción social han cambiado frente a estos trágicos eventos.
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