En un acto que refleja la falta de consideración y la carencia de transparencia Tamaulipas se llevará el agua de San Luis Potosí para hacerle frente a la crisis hídrica que presentan los municipios vecinos a la zona de Pujal Coy.
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, junto con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), ha anunciado la transferencia de agua desde San Luis Potosí hacia Tamaulipas. Esta decisión, que involucra el bombeo del río Tampaón para fortalecer las bocatomas de Ébano, ha generado indignación y preocupación entre los habitantes de la región huasteca de San Luis Potosí, quienes no fueron informados ni consultados sobre esta medida.
«Sobre la zona de San Luis Potosí para este viernes tendríamos el vital líquido para hacer frente a la contingencia hídrica que se vive en Tampico, Madero y Altamira… Estamos viendo el bombeo del río Tampaón para fortalecer a las bocatomas, que es Ébano que llega mañana, aproximadamente», declaró el mandatario tamaulipeco. Este comentario, hecho durante la reunión «Análisis e Impacto de la Sequía en la Cuenca del Río Guayalejo-Tamesí», subraya la falta de comunicación y coordinación entre las autoridades de ambos estados.
La transferencia de agua no solo afecta el Distrito de Riego 039 Río Frío y el Distrito de Riego 092 Unidad Pujal Coy de San Luis Potosí, sino que también evidencia una alarmante desconsideración por parte del gobierno de Tamaulipas y la CONAGUA hacia las necesidades hídricas y los derechos de los potosinos. En una región que ya enfrenta sus propios desafíos de sequía y escasez de agua, esta decisión podría tener consecuencias devastadoras para los agricultores y la población local.
Es inaceptable que las autoridades de San Luis Potosí no hayan sido informadas ni involucradas en un asunto de tal magnitud que afecta directamente a sus recursos naturales y a la subsistencia de su población.
Además, esta situación pone de relieve la necesidad urgente de una gestión hídrica equitativa y sostenible que contemple las necesidades de todas las regiones involucradas. La CONAGUA, como autoridad nacional, tiene la responsabilidad de asegurar que las decisiones sobre el uso y la distribución del agua se realicen de manera justa y con la participación de todas las partes afectadas.
Es imperativo que se reevalúe esta medida y se establezca un diálogo abierto y constructivo entre Tamaulipas, San Luis Potosí y la CONAGUA. Solo a través de la cooperación y el respeto mutuo se podrá encontrar una solución que no sacrifique los intereses de una región en favor de otra. Los habitantes de la zona huasteca de San Luis Potosí merecen ser escuchados y tener garantizado su derecho al agua, un recurso vital que no puede ser objeto de decisiones arbitrarias y unilaterales.
Con información de Milenio