España y Argentina se encuentran en medio de una profunda crisis diplomática tras las críticas del presidente argentino, Javier Milei, hacia el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez. La situación se agravó con la retirada definitiva de la embajadora española en Buenos Aires, un acto que Milei calificó de «disparate».
El conflicto diplomático estalló el domingo pasado cuando Milei, durante un encuentro en Madrid organizado por el partido español Vox, se refirió a la esposa de Pedro Sánchez sin nombrarla directamente, llamándola “mujer corrupta”. Estas declaraciones se dieron en un contexto en el que, a finales de abril, un juez español había abierto una investigación preliminar contra Gómez por sospechas de tráfico de influencias y corrupción, aunque la Fiscalía pidió posteriormente archivar el caso.
Tras las declaraciones de Milei, Madrid reaccionó convocando a consultas a su embajadora y solicitando una rectificación del mandatario argentino, una petición reiterada por Pedro Sánchez el lunes. «Entre los gobiernos, los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable», afirmó Sánchez.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, enfatizó la necesidad de defender la dignidad y la soberanía de las instituciones españolas, subrayando que España no desea una escalada en la tensión pero debe proteger sus intereses. En consecuencia, España decidió retirar «definitivamente» a su embajadora en Argentina, una medida sin precedentes según Albares.
“Les anuncio que retiramos a nuestra embajadora en Buenos Aires, que ya había sido llamada a consultas el domingo, y que se quedará definitivamente en Madrid. Argentina continuará sin embajadora», declaró Albares, calificando las acusaciones de Milei como un caso «único en la historia de las relaciones internacionales».
Javier Milei, por su parte, respondió calificando la decisión de España como un «disparate propio de un socialista arrogante», afirmando que esto mancha la imagen internacional de España. Además, Milei se defendió diciendo que no pedirá disculpas y acusó a Pedro Sánchez de coordinar con el kirchnerismo un ataque en su contra. «Es gravísimo. No hay dudas, (el expresidente argentino) Alberto Fernández es asesor de Pedro Sánchez», añadió Milei.
En una entrevista con el canal TN, Milei reiteró su postura: «El agredido fui yo», recordando que funcionarios españoles lo habían tildado de «xenófobo, racista, ultraderechista (…) negacionista de la ciencia, misógino». Además, continuó con sus ataques hacia Sánchez, llamándolo «cobarde».
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