Las pasiones políticas son malas consejeras. Una decisión tomada al calor de un coraje o la euforia de una buena noticia tiene consecuencias de las que, casi siempre, los candidatos se arrepienten.
El CEEPAC ha hecho un esfuerzo por ser un árbitro serio, pero hay candidatos que no soportan las críticas y son incapaces de resistirse a las campañas negras. A estas alturas, la manufactura de los golpes políticos es tan tonta como ineficiente. Las ip’s de las computadoras o teléfonos hace muy fácil rastrear a los responsables.
Jugar sucio casi siempre es la herramienta de los que van perdiendo y, en esa cancha, no importa si los candidatos son hombres o mujeres, sus estrategas les aconsejan bajarle puntos al contrario a punta de pautas en redes sociales, de acusaciones o supuestas reuniones peligrosas. Todo forma parte de la decoración de temporada.
La sensibilidad de los candidatos y sus cercanos está a flor de piel, pero hay algunos que van a los extremos y es así como se encienden focos de peligro en Aquismón, Xilitla, Rayón, Cárdenas, Rioverde, Tamasopo, Santa María del Río, Zaragoza y Mexquitic.
En Aquismón, la madrugada de ayer, la Guardia Nacional se convirtió en protagonista de la disputa política entre Temo Balderas, del Partido Verde, y José Blanco, de Morena. Ahí, el organismo electoral debe hacer un llamado de atención.
En Rioverde, un agarrón en el debate entre los candidatos a la alcaldía deja ver que Arnulfo Urbiola es de mecha corta y que no aguanta que le señalen errores o engaños. Si en el debate se echaron habladas y guantadas, la pasión puede escalar y derivar en algo que nadie quiere; violencia electoral. En ese contexto, mantener la madurez política y la civilidad es responsabilidad de todos.
En la capital, los actores que compiten por la Presidencia Municipal son ampliamente conocidos, pero es en este proceso donde se verá quién de los dos es más inteligente, porque los dos, Enrique Galindo y Sonia Mendoza, tienen carreras y trayectorias que les obliga a buscar el voto ciudadano con estrategias pulcras, sin embargo, los rasputines quieren llevarlos a una guerra de lodo.
Quien tenga claridad sobre lo que sucederá el 2 de junio procederá con inteligencia, quien tiene dudas va por el golpeteo. En política lo que parece, es.
El Gato Filósofo estará atento a lo que ocurra en la recta final de este proceso donde San Luis Potosí está en el centro de todas las miradas.
Cavilaciones:
Primera: María Manuela García Cázares, Ranulfo Rodrigo Cano Vargas y Luis Ricardo Molina Corpus son las propuestas para ocupar el cargo de fiscal general del Estado. Los diputados ya tienen en sus manos la terna oficial, tendrán que analizarla y ver quién tiene el mejor perfil, aunque todo apunta a que la decisión ya está tomada. Lo que sí sorprende es que quieren que el nombramiento sea por siete años y no por cinco meses como lo contempla la ley.
Segunda: El Gobierno del Estado advirtió a todos sus funcionarios que no debían acudir a los mítines de ningún candidato con la intención de garantizar la imparcialidad (al menos en el discurso), pero Crisógono Sánchez Lara, el director del Sistema Educativo Estatal Regular, desatendió la orden y se le vio muy feliz apoyando al Partido Verde. A ver si es cierto que lo sancionan o son puras habladurías.
Tercera: Una falsa alarma exhibió las malas condiciones en que está el edificio de la Fiscalía General del Estado. Luego de que se activara la alarma de incendios, tuvieron que evacuar el recinto, pero la sorpresa fue que no pudieron salir por los sitios que deberían estar habilitados; muchos de ellos estaban obstruidos, otros cerrados. Un caos. Esta vez fue una falsa alarma, pero que Diosito nos salve de una verdadera desgracia porque quién sabe cuánto podría crecer el problema.