Durante la mañana del sábado, otro perturbador hallazgo sacudió a la Ciudad de México: el cuerpo mutilado de un perro fue encontrado, sumándose a una serie de macabros asesinatos que han generado alarma en la comunidad. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) respondió rápidamente a los reportes, acordonando la zona y realizando el levantamiento del cadáver.
Estos crímenes han ocurrido principalmente en el Bosque de Nativitas, Xochimilco, donde se han encontrado numerosos restos de perros masacrados y mutilados, abandonados en el parque o entre la maleza. Las sospechas sobre la existencia de un asesino serial han crecido, alimentando el temor entre los residentes y activistas pro animales.
Organizaciones como la Fundación Toby han intensificado sus esfuerzos, instalando cámaras de seguridad y realizando rondines de vigilancia. La diputada Ana Villagrán ofreció una recompensa de 50 mil pesos para capturar al agresor, pero los ataques continúan.
Los vecinos, preocupados por la posible escalada de violencia, han exigido a las autoridades una pronta solución. Temen que el individuo responsable de estos actos de crueldad pueda dirigir su violencia hacia seres humanos, convirtiéndose en un peligro latente para la comunidad.
Hasta la fecha, se han contabilizado 27 perros asesinados, algunos encontrados sin órganos, desollados e incluso mutilados de extremidades. La brutalidad de los ataques ha conmocionado a la población, que ha rendido homenaje a las víctimas, como Cocoa, descrita por Amamos a los Perros Xochimilco como una compañera leal en el camino de dar de comer y tomar el sol.
El pasado 16 de marzo, Amamos a los Perros Xochimilco convocó a una marcha en memoria de las víctimas, exigiendo justicia y un alto a la violencia contra los animales. La comunidad se congregó en el Monumento a la Revolución, marchando hacia el Zócalo capitalino en un llamado unánime a proteger a los más vulnerables de nuestra sociedad.
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