En medio de una ola de violencia política que ha cobrado la vida de al menos 30 candidatos y ha amenazado a otros 77 durante el actual proceso electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha declarado que «todo está en santa paz» en el país.
Según datos del Laboratorio Electoral, los niveles de violencia en estas elecciones han igualado los registros del proceso electoral más violento de la historia moderna de México, el de 2021. Sin embargo, AMLO parece vivir en una realidad alterna, minimizando la situación de violencia que enfrenta el país.
Durante su conferencia matutina del 29 de abril, AMLO destacó que nos encontramos a poco más de un mes de las elecciones más importantes en cuanto a los cargos que se van a elegir, y aseguró que todo está en calma, a pesar de las evidencias de violencia y las solicitudes de protección por parte de casi 400 candidatos.
El presidente también hizo referencia al segundo debate presidencial, el cual estuvo marcado por ataques entre los candidatos. Aunque celebró que no hubiera groserías, acusó que existe una campaña en su contra, orquestada por gobiernos extranjeros y grupos conservadores del país.
Esta afirmación surge en medio de reportajes publicados en medios como DW y ProPublica, que sugerían vínculos entre grupos criminales y la campaña electoral de AMLO en 2006, investigaciones que finalmente fueron desestimadas. Sin embargo, la sombra de la presunta relación con el narcotráfico sigue siendo un tema de debate entre la oposición y el gobierno actual.
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