Hasta ahora, se creía que las heces humanas tenían dos funciones principales: servir para limpiar el cuerpo de desechos y proporcionar información médica a través de exámenes. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que podrían tener una tercera función: convertirse en el ingrediente clave de nuevos medicamentos que salvan vidas.
Empresas biofarmacéuticas de todo el mundo están explorando el potencial terapéutico de las heces humanas, aprovechando los miles de millones de microorganismos que habitan en el intestino humano. Un ejemplo de este avance es la compañía biotecnológica francesa MaaT Pharma, que ha establecido la planta más grande de Europa dedicada exclusivamente a medicamentos basados en microbiota intestinal, ubicada en la región de Lyon, al sur de Francia.
El objetivo principal de MaaT Pharma es mejorar la supervivencia de los pacientes con cáncer y su respuesta a las inmunoterapias, restaurando la microbiota dañada por tratamientos intensivos. Actualmente, la compañía está desarrollando un medicamento llamado MaaT013, que se encuentra en la fase final de ensayos clínicos. Este medicamento está diseñado para tratar una enfermedad rara de rechazo que ocurre después de un trasplante de células madre en cánceres de sangre, una condición que puede ser fatal.
Aunque los resultados de los ensayos aún están pendientes, MaaT Pharma ya ha puesto a disposición este medicamento en varios países europeos para pacientes que lo necesitan con urgencia. Se espera que la compañía pueda comercializar hasta 9,000 dosis anuales de este medicamento.
El proceso de producción de estos medicamentos a base de materia fecal es meticuloso y riguroso. Los donantes de heces son sometidos a rigurosos controles de salud y deben cumplir con estrictos criterios de selección. Una vez recolectadas, las heces se procesan y se mezclan para obtener una microbiota diversa y rica, que luego se administra a los pacientes para recolonizar su sistema digestivo y restaurar su microbiota alterada.
Además de MaaT Pharma, otras compañías biofarmacéuticas francesas también están explorando este nuevo horizonte terapéutico. Exeliom Biosciences, por ejemplo, está desarrollando un fármaco que aprovecha las propiedades antiinflamatorias de la bacteria intestinal Faecalibacterium prausnitzii, considerada como la «bacteria estrella del intestino».
Este avance en la medicina abre nuevas posibilidades para el tratamiento de diversas enfermedades y condiciones médicas, demostrando que las heces humanas pueden ser mucho más que simples desechos, sino una valiosa fuente de salud y esperanza para el futuro de la medicina.
Seguiremos informando.
