Durante décadas, la comunidad científica ha concebido a Urano como un gigante de hielo, compuesto mayormente de helio e hidrógeno. Sin embargo, un estudio reciente publicado en el servidor de preimpresión Arxiv y sometido a revisión por la revista Icarus, ha desafiado esta noción establecida. Según este estudio, Urano es mucho más gaseoso de lo que se pensaba, con un componente significativo de su núcleo compuesto no de hielo, sino de una forma sorprendente y blanda de gas metano.
El equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Israel y la Universidad de California en Santa Cruz reveló que aproximadamente el 10% del núcleo de Urano está compuesto por metano, contradiciendo las antiguas creencias sobre su composición. Esto plantea preguntas fascinantes sobre la formación y evolución de este misterioso planeta, especialmente dado que su único visitante ha sido la sonda espacial Voyager 2 en la década de 1980.
Los expertos sugieren que la clasificación tradicional de Urano como un gigante de hielo podría no ser completamente precisa y que el metano desempeña un papel más importante de lo que se pensaba en la configuración de este mundo distante, ubicado a más de 2.800 millones de kilómetros del Sol.
El metano, en un estado «blando» y parcialmente congelado, constituye una porción significativa del núcleo del planeta y podría estar influenciando su inclinación única y otros aspectos de su dinámica planetaria. Esto desafía modelos previos que ignoraban la presencia y el impacto del metano en la composición y formación de Urano.
Este descubrimiento tiene implicaciones profundas para nuestra comprensión del sistema solar y sus planetas exteriores. ¿Qué más secretos albergará Urano y cómo afectará este hallazgo a nuestra percepción de otros gigantes helados como Neptuno? Aunque se requiere más investigación para confirmar estos hallazgos y comprender mejor la estructura interna de Urano, este estudio representa un paso significativo en nuestra exploración del vasto universo que nos rodea.
Urano, con su inclinación axial extrema, su atmósfera gélida y sus misteriosos anillos y vientos, continúa siendo uno de los objetos más intrigantes y enigmáticos de nuestro sistema solar. A medida que avanzamos en nuestra comprensión de estos mundos distantes, nos acercamos un poco más a desentrañar los secretos que esconden estos fascinantes gigantes del espacio.
Seguiremos informando.